ARAGÓN
Iglesia de Santa María la Mayor de Alcañiz: ¿sabías que, durante varios siglos, fue una colegiata?
Alcañiz cuenta con uno de los templos religiosos más sorprendentes de Aragón. Es hora de conocer la historia de la Iglesia de Santa María la Mayor.
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Ponemos rumbo hasta Alcañiz, situado en la provincia de Teruel, para conocer la historia que esconde uno de sus templos más sorprendentes e impresionantes. Estamos hablando, cómo no, de la Iglesia de Santa María la Mayor. Un conjunto que, entre los años 1407 y 1851, fue colegiata.
De él, destacan su impresionante torre gótica (que nos lleva de lleno a la época medieval), así como la fachada que presenta unas dimensiones verdaderamente impresionantes. Para conocer su historia, debemos indagar en las diferentes fases: desde el templo gótico, hasta el barroco. Sin olvidar la importancia de su portada o, incluso, de elementos como el retablo mayor.
La Iglesia de Santa María la Mayor de Alcañiz, a través de su historia
Para comenzar, respecto a esa parte gótica del templo, debemos saber que la mayor parte de esta construcción se llevó a cabo en el siglo XIII. De esta etapa, tan solo se conserva su torre, así como algún que otro fragmento. Esta iglesia gótica contaba con tres naves, una cabecera poligonal y varias capillas. En mayo de 1407, a través de una bula emitida por el Papa Benedicto XIII, se convirtió en una colegiata.
Pero si hay algo que destacamos es esa torre, en la que quedaba reflejada la grandiosidad que tenía, por aquel entonces, la histórica Corona de Aragón. El objetivo era claro: erigir un símbolo con el que se diera más importancia al poder municipal que al señorial. Además, tenía dos funciones: religiosa y civil.
El paso del tiempo provocó que se demoliese ese templo gótico para dar paso, en 1736, a una construcción barroca. Esta decisión se tomó por el deterioro que había sufrido el templo y por las ganas de ampliarlo. No solamente se “reorientó” la edificación hacia el centro cívico de Alcañiz sino que, además, se tuvo como referente la grandiosidad de la Basílica del Pilar de la capital de Aragón. De ahí que contasen con el diseño de Domingo de Yarza.
La Iglesia de Santa María la Mayor de Alcañiz, a través de sus características
Hay numerosos elementos que llaman poderosamente la atención. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, la Capilla de la Soledad. Ésta fue construida, especialmente, para acoger la imagen de la Virgen de la Soledad y, a su vez, la del Santo Cristo que, en el siglo XVI y según la tradición, trajo un peregrino a Alcañiz. Fue bendecida en el año 1732 y se decidió conservarla tras ordenar la demolición del templo gótico.
Como no podía ser de otra manera, no podemos dejar de mencionar el Retablo Mayor, que es obra de Tomás Llovet, un escultor de Alcañiz. Se trata de uno de los mejores exponentes de la escultura en Aragón de principios del siglo XIX. Esta obra, que fue realizada entre los años 1798 y 1801, no conserva ninguna de esas esculturas. De hecho, los relieves tuvieron que ser reconstruidos tras la Guerra Civil española. El espacio central está ocupado por un bajorrelieve dedicado a la Asunción de la Virgen, mientras que en el frontón está reflejada la Trinidad.
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