BURGOS
Arco de Santa María de Burgos: por qué es un símbolo de la ciudad y su vinculación con el Cid
Viajamos a la ciudad de Burgos para conocer la historia del Arco de Santa María donde, entre otras cuestiones, se encuentra la réplica de la Tizona.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Burgos, una de las ciudades más sorprendentes y espectaculares de Castilla y León. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie.
Un claro ejemplo lo encontramos en el Arco de Santa María que, con el paso del tiempo, se ha convertido en uno de los monumentos más emblemáticos de Burgos. Estamos ante una de las doce puertas de acceso de la muralla de la ciudad en la Edad Media. Éste comunica el Puente de Santa María con la plaza del Rey San Fernando. En la actualidad, este Arco es resultado de una reforma realizada a principios del siglo XVI.
El Arco de Santa María de Burgos, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que, originalmente, era conocida como Puerta de la Puente de Yuso. Eso sí, el Arco se conocía con la denominación actual durante el Reinado de Alfonso XI de Castilla. El objetivo era sustituir a una anterior que databa del siglo XI y que fue citada en el Mío Cid como punto de entrada y salida de la ciudad del Cid.
El actual trazo de este Arco de Santa María se planteó en marzo de 1531 con el objetivo de conmemorar el recibimiento de la ciudad de Burgos al Emperador Carlos V en 1520. La demolición de la antigua portada fue a cargo de Francisco de Colonia. Fue él quien erigió esa nueva puerta en 1536 pero sin seguir con el trazado del diseño. Algo que fue denunciado por un regidor, que contaba con el apoyo de Juan de Vallejo. La rivalidad entre los dos arquitectos era más que evidente.
Tras la subsanación de estos errores con una doble dirección entre Francisco de Colonia y Juan Vallejo, en 1553 se dieron por finalizadas las obras. Es la que conocemos en la actualidad y, para ello, se utilizó una piedra caliza blanca que es muy típica de Burgos y que procede de las canteras de Hontoria de la Cantera.
Durante muchos años, este Arco de Santa María estuvo ocupado por el Ayuntamiento hasta que se construyó, en el siglo XVIII, la nueva casa consistorial. En 1943, este Arco fue declarado Monumento Histórico-Artístico y, entre 1879 y 1945 fue utilizado como Museo de Bellas Artes y Antigüedades de Burgos.
La gran vinculación del Arco de Santa María con el Cid Campeador
Si hay algo por lo que merece la pena visitar este Arco, además de por su belleza, es por lo que encontramos en su interior. Entre los numerosos elementos, destaca el impresionante cuadro de El Cid y Doña Jimena, obra del artista Marceliano Santa María. Pero no todo queda ahí, ya que también está el sillón donde los jueces castellanos impartían justicia, un hueso del Cid y hasta una réplica de la Tizona. Sin duda, un lugar absolutamente imprescindible para visitar si estás pensando en viajar hasta la ciudad de Burgos. Estamos completamente convencidos de que no te va a dejar indiferente. ¡Ni mucho menos!
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