PORTUGAL

El Alentejo también conserva patrimonio industrial

Cuando pensamos en el Alentejo solemos pensar en turismo rural, viñedos, pueblos con encanto e incluso playas de escándalo pero el Alentejo es incluso más que todo eso.

Estremoz

EstremozImagen cortesía de Turismo de Alentejo

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El Alentejo es la región rural portuguesa por excelencia, famosa por sus viñedos y bodegas, sus olivares con sus almazaras, sus pueblos con encanto, su rica gastronomía, sus playas secretas (o no tan secretas)… y por su patrimonio industrial porque lo cierto es que lo artesano no quita lo industrial, de hecho el Alentejo es también tierra de mármol y piedra, telares de lana, vinos fermentados en tinajas de arcilla, minas, talleres e incluso fábricas y además, dado que hablamos de patrimonio, museos.

Ruta del Mármol

Cantera de mármol
Cantera de mármol | Imagen cortesía de Turismo de Alentejo

Empezamos por la Ruta del Mármol para conocer la historia de la extracción de esta piedra en esta región rural portuguesa; tres son las localidades que forman parte de esta ruta: se trata de Borba, Estremoz y Vila Viçosa; estas tres localices son popularmente conocidas como las ciudades del mármol no solo por sus vínculos con la extracción de este material sino también porque sus edificios y plazas están decorados con él; esta ruta nos permite por una parte visita las canteras de las que se extrae el mármol y los talleres donde se trabaja y también su belleza monumental en la arquitectura de Borba, Estremoz, con su famoso museo del azulejo, y Vila Viçosa.

El Parque y el Museo Minero

Paisaje minero en Aljustrel
Paisaje minero en Aljustrel | Imagen cortesía de Turismo de Alentejo

El Alentejo fue también tierra de minas, algo que podemos descubrir tanto en Aljustrel, localidad famosa por su Parque Minero en el que se puede conocer tanto la geología local como el modo en que los paisajes en este entorno se han visto alterados por el trabajo en las minas; tanto en Aljustrel, decíamos, como en Lousal porque en Lousal está el Museo Minero, el lugar perfecto para conocer la historia de la minería alentejana a través de los documentos que allí se conservan y sobre todo a través de las herramientas que se empleaban en las minas y se exponen en este museo.

Museo del aceite

Olivar alentejano
Olivar alentejano | Imagen cortesía de Turismo de Alentejo

Son famosos los viñedos, vinos y bodegas alentejanos pero los vinos son solo uno de los productos agroalimentarios de esta zona rural de Portugal, una zona que no es conocida como el granero de la nación por nada; el aceite es otro de esos productos y para conocer el exquisito aceite alentejano lo mejor es visitar Marvao porque allí está el Museo del Aceite que es una almazara tradicional en la que se puede disfrutar de degustaciones además de conocer las máquinas utilizadas tradicionalmente en la producción del aceite.

Centro Interpretativo do Vinho de Talha

Talhas en la Adega dos Lagares
Talhas en la Adega dos Lagares | Imagen cortesía de Turismo de Alentejo

Son varias las bodegas familiares que, generación tras generación, mantienen una importante industria vinícola; uno de los más famosos es el Vino de Talla, que fermenta en vasijas de arcilla como se hacía en época romana pero la visita imperdible si hablamos de vinos es la del Centro Interpretativo do Vinho de Talha en Vila de Frades porque aquí se organizan una espectaculares experiencias de cata; además, en el Alentejo lo espirituoso no se limita al vino, también puedes visitar Black Pig Alentejo, una destilería que produce ginebra y ron ecológicos.

Chocalhos (cencerros alentejanos)
Chocalhos (cencerros alentejanos) | Imagen cortesía de Turismo de Alentejo

¿Más patrimonio industrial alentejano? Las históricas salinas de Río Maior, la Sociedad Panificadora Costa & Ferreira donde podrás degustar pan artesanal horneado en leña, o el Museo de la Harina de Santiago de Cacém con su antiguo molino; eso además de la Fábrica Alentejana de Lanifícios Fabricaal en Reguengos, donde verás como se elaboran mantas en telares manuales desde hace casi un siglo y el taller de Chocalhos Pardalinho en Alcáçovas donde se fabrican a mona los clásico cencerros de pastoreo del Alentejo).

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