UZBEKISTÁN
Registán: historia de la conocida como plaza pública más noble del mundo
Viajamos hasta Uzbekistán para conocer el origen de uno de sus rincones más sorprendentes y significativos: Registán.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Uzbekistán, donde nos topamos con un gran número de monumentos, construcciones y rincones verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo lo encontramos en Registán, lo que era el corazón de la antigua ciudad de Samarcanda. Su nombre significa “lugar de arena” en persa.
Existen numerosas evidencias de actividad humana en esta zona que datan de la última etapa del Paleolítico. A pesar de que no hay evidencia concreta de cuándo se fundó Samarcanda, existen varias teorías de que fue fundada entre los siglos VIII y VI a.C. Debido a su sorprendente ubicación, en la Ruta de la Seda entre China, Persia y Europa, Samarcanda llegó a ser una de las ciudades más espectaculares de Asia Central.
La Plaza de Registán de Uzbekistán, a través de su historia
Se trata de una impresionante plaza pública donde las personas se reunían con la firme intención de escuchar las proclamaciones reales, anunciadas por diversas explosiones en tubos de cobre que eran llamados “dzharchis”. Pero no todo queda ahí, puesto que también era un lugar donde se llevaban a cabo ejecuciones públicas. Cabe destacar que esta Plaza está enmarcada por tres madrasas, de arquitectura islámica.
Estas madrasas forman parte del legado de Timur, rey turco-mongol, en su antigua ciudad de Samarcanda. De hecho, en uno de los monumentos de este monarca, se puede leer el siguiente proverbio: “Si quieres saber sobre nosotros, examina nuestros edificios”. Cabe destacar que, en el año 1888, George Curzon, futuro virrey de la India, llamó a Registán la “plaza pública más noble del mundo”.
No podemos dejar de mencionar que Registán fue creciendo, poco a poco, alrededor de la tumba de Imam Ya’far as-Sadiq, santo del siglo IX. Pero no todo queda ahí, puesto que, durante el siglo XIV, también era el corazón comercial de esta ciudad. Hasta un total de seis caminos atravesaron la plaza y estaba perfectamente conectada con la ciudadela de Timur. Los tres edificios que encontramos en la actualidad son sucesores de la pieza central medieval.

Lo que es un hecho es que estas construcciones, así como Registán, fueron el resultado de la unión de constructores y artesanos a finales del siglo XIV. Además, su influencia llegó tan lejos que fueron la base del carácter de muchas ciudades. De hecho, muchos son los rastros de Registán que se pueden apreciar en numerosos edificios como es el caso de la Mezquita del Imam de Isfahán o, incluso, la mezquita de San Petersburgo, entre otros.
Esta espectacular plaza tiene unas dimensiones aproximadas de 110 por 60 metros y, durante muchos siglos, fue la plaza principal de esta ciudad. Lo que es un hecho es que estamos ante uno de los grandes atractivos de Samarcanda, y cada vez son más las personas que no dudan en descubrir este lugar para dejarse llevar por su belleza y espectacularidad. ¡No es para menos!
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