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Las 7 rutas turísticas más bonitas de Europa para este verano

Si quieres hacer una ruta turística este verano, a continuación te contamos cuáles son las más bonitas de Europa. Desde la fuerza natural del Círculo Dorado en Islandia hasta la elegancia de los castillos del Loira en Francia.

Castillo de chenonceaux, en Francia

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Este verano, recorrer Europa a través de una de las múltiples rutas turísticas no solo es una forma de descubrir paisajes y patrimonio, sino también una vía para dinamizar el turismo local. Las más emblemáticas conectan destinos conocidos con regiones menos exploradas, permitiendo a los viajeros vivir experiencias auténticas sin tener que planificar y a las comunidades locales beneficiarse del flujo de visitantes. Desde la fuerza natural del Círculo Dorado en Islandia hasta la elegancia de los castillos del Loira en Francia, la web de viajes baratos Holidayguru ha reunido las 7 rutas más bonitas, capaces de enamorar a todo aquel que las recorre.

1. Aldeas Históricas de Portugal

Un viaje al pasado entre fortalezas, calles empedradas y casas de granito. Esta red de 12 pueblos, situados en el interior del país, invita a descubrir la esencia medieval de Portugal con paradas en joyas como Monsanto, Sortelha o Belmonte. Cada pueblo cuenta con su propio encanto y patrimonio arquitectónico, rodeado de naturaleza y tradición. Ideal para quienes buscan historia, tranquilidad y una ruta diferente al turismo de costa.

2. Círculo Dorado, Islandia

Un recorrido corto pero impactante: géiseres activos, cascadas imponentes y paisajes infinitos. Esta ruta cerca de Reikiavik condensa lo mejor del paisaje islandés, ideal tanto para una escapada exprés o como inicio de una aventura más larga. Suele incluir paradas en el Parque Nacional Þingvellir, la impresionante cascada Gullfoss y el área geotérmica de Geysir, donde el vapor brota del suelo a intervalos regulares. Todo el trayecto está bien señalizado y puede realizarse en coche o con excursiones guiadas.

3. Ruta Romántica, Alemania

De Würzburg a Füssen, este trazado atraviesa aldeas bávaras, viñedos y castillos de cuento como Neuschwanstein. Una inmersión total en la Alemania más pintoresca y tradicional, perfecta para quienes buscan un viaje de postal. A lo largo de sus más de 400 km, se suceden pueblos medievales perfectamente conservados, plazas barrocas, iglesias góticas y mercados locales. Además, en verano, muchos pueblos celebran festivales tradicionales que enriquecen aún más la experiencia.

4. Ruta de los Pueblos Blancos, Cádiz

Grazalema, pueblo de Cádiz
Grazalema, pueblo de Cádiz | iStock

Casas encaladas, calles estrechas y vistas espectaculares. Este recorrido por la sierra gaditana une pueblos como Zahara de la Sierra, Grazalema o Arcos de la Frontera, ofreciendo una experiencia genuinamente andaluza entre montañas y olivares. Los pueblos conservan tradiciones artesanas, como la alfarería o el cuero, y su gastronomía (basada en productos locales) es un atractivo más, cerca de casa.

5. Autopista Azul, Escandinavia

Un recorrido que conecta Noruega, Suecia y Finlandia (y originariamente terminaría en Rusia) a través de lagos, bosques infinitos y pueblos junto al agua. Ideal para amantes de la naturaleza, esta ruta combina tranquilidad, paisajes serenos y cultura nórdica en estado puro. A lo largo del trayecto se encuentran parques nacionales, miradores naturales y pequeñas ciudades con encanto como Umeå o Kuopio. Se puede hacer en coche o incluso en tramos fluviales, integrando ferris y carreteras.

6. Anillo de Kerry, Irlanda

Una carretera circular en el suroeste de la isla que ofrece playas, acantilados, colinas verdes y ruinas celtas. El Anillo de Kerry es sinónimo de paisajes verdes y hospitalidad irlandesa, en una ruta fácil de seguir y difícil de olvidar. El trayecto de unos 180 km bordea la península de Iveragh, atravesando pequeñas localidades como Kenmare, Waterville o Sneem. En verano, la vegetación está en su máximo esplendor, y los días largos permiten disfrutar del paisaje sin prisas.

7. Castillos del Loira, Francia

Más de 300 castillos repartidos a lo largo del Valle del Loira, rodeados de viñedos, jardines y ríos. Un viaje regio por el corazón de Francia, entre arte renacentista, historia monárquica y una de las gastronomías más celebradas del mundo. La ruta puede adaptarse a diferentes duraciones, visitando algunos de los castillos más famosos como Chambord, Chenonceau o Amboise. Muchos están rodeados de jardines espectaculares y ofrecen visitas teatralizadas o nocturnas en verano.

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