¿LA CONOCES?
La leyenda de "las joyas malditas" de la emperatriz Eugenia de Montijo y su reciente robo en el Museo del Louvre
El reciente robo en el Museo del Louvre ha causado un gran revuelo mundial: no se trató de cualquier objeto, sino de valiosas joyas que, según cuenta una joven en un video viral en redes sociales, están malditas.

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El famoso Museo del Louvre, en París, alberga miles de obras de arte, lo que lo convierte en uno de los lugares más importantes para la historia y la cultura del mundo. Entre sus tesoros se encuentran pinturas, esculturas, joyas, vestimentas históricas, objetos arqueológicos y manuscritos, ofreciendo un recorrido único por siglos de arte y civilización, aunque solo una fracción de estas obras está expuesta al público.
Con el reciente robo de joyas en el Louvre, donde se sustrajeron varias piezas de gran valor histórico y cultural, una usuaria de Instagram (@cotilleosdelacorte) publicó un video afirmando que estas joyas robadas estaban malditas, reavivando las leyendas y misterios que rodean a estos tesoros.
La joven comienza el video presentándonos a la protagonista de la historia "La emperatriz Eugenia de Montijo, una española deslumbrante nacida en Granada, famosa por su belleza e inteligencia, que logró enamorar a Napoleón III".
Eugenia de Montijo gobernó junto a Napoleón III en París, rodeada de lujo y joyas, y se involucró activamente en la política junto a su marido, participando en conflictos como la guerra de Crimea, la de Prusia y la de México. Sin embargo, su historia tuvo un final infeliz: el Segundo Imperio de Napoleón III colapsó y la pareja tuvo que huir exiliada a Inglaterra.
Una serie de trágicos acontecimientos marcó la vida de Eugenia: perdió a su hijo y a su marido, y devastada se preguntaba si le esperaba algo más. Según cuenta la leyenda, el universo le respondió que todos sus amigos fallecerían antes que ella.
"Lo único que le quedaba eran las joyas, que según contaban estaban malditas. Se decía que algunas pertenecieron a los Borbones y otras a María Antonieta, y que si la corona estaba hecha con crucifijos fundidos saqueados, por lo que llevarlas encima era como cargar un conjuro" comenta la usuaria.
Durante el reciente robo en el Louvre, los ladrones se llevaron varias joyas, entre ellas una corona compuesta por más de 1.300 diamantes y 56 esmeraldas. Sin embargo, al escapar en motocicleta, perdieron la corona en el camino, añadiendo un nuevo capítulo a la historia de tragedia y misterio que rodea a estas joyas.
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