¿Conocías estas leyendas en torno a la Torre del Oro de Sevilla?

No hay nadie que haya viajado a Sevilla y no se haya acercado hasta la Torre del Oro. De hecho, es un monumento que la mayoría de personas han visto alguna vez, aunque jamás hayan puesto un pie en la capital andaluza. Y es que se trata de uno de los símbolos de Sevilla, junto a otros lugares muy frecuentados como el parque de María Luisa, su espléndida plaza de España o la Giralda.

No obstante, pese a que la Torre del Oro se alza orgullosa hacia el cielo junto al río Guadalquivir y ha conseguido ser reconocida incluso por quienes nunca han estado en Sevilla, hay algunos datos sobre ella que quizá no han trascendido tanto. Como sus leyendas, pues hay un buen puñado que giran en torno a ella.

Para empezar, existen varias leyendas referentes a su nombre. ¿Por qué se llama Torre del Oro? Pues bien, hay quien dice que el sol sevillano hacía brillar el revestimiento de azulejos dorados que cubrían su exterior. Pero hay una versión un poco más romántica que cuenta que se debe a que en su interior se guardaban los tesoros que se traían de América.

Dicho esto, no vayas a pensar que sus leyendas quedan en eso, sino que hay otras que hablan de amores prohibidos y pasadizos secretos. Por ejemplo, una de las leyendas más famosas sobre la Torre del Oro de Sevilla dice que un gobernador musulmán usaba dicha torre para esconderse cuando se encontraba en secreto con una joven cristiana, lo que sin duda desafiaba las normas de aquellos tiempos. Para no recibir miradas indiscretas y con ello hacer saltar por los aires su preciosa historia de amor, habría hecho construir un pasadizo subterráneo que conectaba la Torre del Oro con el Alcázar de Sevilla. Nunca se ha encontrado este supuesto túnel, pero el aire romántico de la leyenda ha hecho que sobreviva al paso del tiempo.

No podemos decir lo mismo de esta otra leyenda de la que hablaremos a continuación, pues lo cierto es que se trata de una historia más trágica que la primera. En esta ocasión, la protagonista es una princesa encerrada en lo alto de la Torre del Oro de Sevilla por su padre, con el fin de evitar que se enamorase de un soldado enemigo. Según cuenta la leyenda, la joven murió de pena, después de pasarse mucho tiempo mirando al Guadalquivir esperando un amor que nunca llegó. Y según dicen algunos, es posible ver su silueta reflejada en el agua del río cuando en el cielo brilla la luna llena.

La razón por la que la Torre del Oro de Sevilla aparece en el escudo de Cantabria