SALUD MENTAL
Descubren un nuevo efecto peligroso vinculado al uso de Ozempic
Las autoridades australianas han detectado casos de malestar mental en usuarios del fármaco, lo que reaviva el análisis sobre sus riesgos para salud física y psicológica.

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Un reciente aviso desde Australia ha encendido las alarmas: se han registrado 20 casos de pensamientos suicidas en personas que utilizan Ozempic, un medicamento basado en semaglutida que, además de tratar la diabetes tipo 2, se emplea cada vez más para bajar de peso.
Estos fármacos actúan imitando una hormona llamada GLP-1, que regula el apetito, pero también intervienen en zonas del cerebro vinculadas al estado de ánimo y al sistema de recompensa.
Aunque muchos de los efectos secundarios son leves (náuseas o molestias digestivas), el posible vínculo con trastornos mentales graves obliga a la prudencia: los expertos instan a vigilar señales de depresión, cambios de humor o pensamientos oscuros, y acudir al médico si aparecen.
En realidad, ya hay varios estudios publicados sobre el desarrollo de pensamientos suicidas en pacientes que han tomado Ozempic y otros agonistas de la GLP-1. Por ejemplo, en 2024 se publicó uno en el que se reportaba un aumento del 106 % en el riesgo de padecer este efecto. También se reportó un gran aumento en el riesgo de padecer ansiedad y depresión. Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido al respecto.
De momento y según la información que tenemos, Ozempic puede ayudar a adelgazar y controlar la glucosa, pero su uso debe estar siempre supervisado por un profesional médico, y si se siente cualquier cambio emocional o angustia, es fundamental pedir ayuda. Además, la forma más segura y saludable de controlar el peso suele pasar por una alimentación equilibrada, actividad física y supervisión médica.
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