SEGÚN UN ESTUDIO
Tener móvil a partir de los 12 años está relacionado con varios problemas de salud
Cada vez son más niños los que poseen y utilizan un teléfono móvil a diario. Aunque la tecnología es una herramienta clave para su aprendizaje hoy en día, un uso inadecuado puede derivar en problemas de salud física y mental.

Publicidad
En la sociedad hiperconectada en la que vivimos, el uso del teléfono móvil entre niños y adolescentes es cada vez más común desde edades más tempranas. Hoy en día, el acceso a la tecnología es clave para su aprendizaje y desarrollo. Sin embargo, un uso excesivo, inadecuado y sin supervisión puede derivar en problemas serios de salud tanto física como mental.
En España, los adolescentes reciben su primer móvil a una edad media de 10,96 años, según datos de un estudio realizado por UNICEF. Además, 6 de cada 10 adolescentes duermen con el móvil y un 98,5% de los adolescentes está registrado en una red social.
El acceso a estas plataformas desde edades tan tempranas supone riesgos en su desarrollo. Investigadores estadounidenses revelaron que este hábito está ligado a depresión, obesidad y falta de sueño.
Durante el desarrollo de la investigación, para la cual consideraron aspectos como la demografía o el nivel socioeconómico, descubrieron que el 6,5% de los niños de 12 años que habían tenido móvil habían recibido un diagnóstico de depresión.
Además, el 18% de de los usuarios poseedores de teléfonos inteligentes fueron diagnosticados de obesidad. En relación al sueño, el 47% de los adolescentes con teléfono revelaron que no dormían lo suficiente.
Pero estos no son los único problemas a los que se enfrentan. UNICEF también advierte de los peligros del ciberacoso, la discriminación, el chantaje, o el acceso a contenidos inadecuados para su edad, problemas que se incrementan si no existe una educación digital adecuada.
A pesar de los sesgos existentes en las investigaciones, los hallazgos son claros, pues estos dispositivos producen un aumento de estrés y nos mantiene más distraídos y fatigados, tanto a niños como adultos.
Por todo ello, aunque la tecnología es clave a nivel social y emocional principalmente en adolescentes, se debe promover un uso limitado y consciente, además de apostar por la el bienestar a través de la actividad física regular.
Publicidad





