El asesino de las niñas de Alcàsser, Antonio Anglés, se dio a la fuga hace 31 años, después de que el cadáver de las niñas fuese encontrado por un apicultor y su paradero sigue siendo un misterio. La docuserie 'Anglés: Historia de una fuga' analizó al detalle todo lo que ocurrió desde que se hallaron los cuerpos de las adolescentes.

La Guardia Civil decidió desplazarse hasta el domicilio familiar de Anglés para realizar un registro. Un dato impactante es que el novio de la hermana de Antonio Anglés tardó 45 minutos en abrir la puerta a los agentes. Y ya dentro de la vivienda, cuando la Guardia Civil realizada el registro en busca de pruebas que pudiesen ligarlo con la desaparición de las tres niñas de Alcàsser, sonó el teléfono.

Los agentes escucharon atentos una llamada que dejaba muchas incógnitas por resolver: "Kelly, soy yo, Rubén. Cuando venga, le dices a 'El Rubio' que vaya donde está el plato y la maneta de la moto, que traiga los dos sacos de dormir y los cereales y la leche que hay encima de la nevera. ¿Sabes?, lo antes posible". El exsargento de la Guardia Civil José Moreno Alegre todavía recuerda bien aquella llamada: "Se comunicaba de una forma como ocultando datos", señaló en 'Anglés: Historia de una fuga'.