Tras los primeros años de esplendor de la década de los 90 con la celebración en 1992 de la Expo de Sevilla y de las Olimpiadas de Barcelona, empiezan a salir algunos trapos sucios de las altas esferas políticas y económicas del país y Bárbara Rey se ve envuelta en ellas. Hacia mediados de los 90 acaba la relación de Bárbara Rey y don Juan Carlos y la actriz acaba nuevamente decepcionada. "No tenía ayuda, no podía sacar adelante a mis hijos y otra vez se torció todo en 1994. Dicen que no asimilé el que me dejara, pero no me dejó nunca digamos que que lo dejamos los dos", explica la actriz.

La protagonista de 'Una vida Bárbara' cuenta en la serie que puede verse en ATRESplayer PREMIUM que las cosas quizá podrían haber sido de otra manera, pero que el fallo del rey fue no hacer la feliz. "Para ser felices hay que hacer felices a los que tienes en tu entorno y eso fue uno de los mayores fallos que tuvo conmigo. Hoy seríamos amigos, no sé si con derecho a roce porque la cosa no está como para rozarse...".

El periodista de investigación Javier Chicote y autor de 'El jefe de los espías' participa en la serie documental para explicar lo que aparece en el archivo de Emilio Alonso Manglano, quien fuera director del CESID entre 1981 y 1995. Un legado que recoge todas las anotaciones diarias que el alto cargo hacía y según figura en él "en 1994 el rey comunica a a Manglano que quedó a comer con Bárbara Rey y le tocó un pecho y hay unas dispositivas que llegaron a Zarzuela y por las que piden 100.000 dólares para que no salgan a la luz". Manglano le confirmará al rey que se trata de un chantaje y a Bárbara Rey le dicen que el rey no tiene dinero, pese a que contaba con una importante cantidad en Suiza, como después se supo. Para pagar por las fotografías "se usaron donantes y contratos en TVE".

El acuerdo llegaría en 1997 después de que Bárbara Rey dijera en televisión que temía por su vida y que estaba amenazada, hasta el punto de que su vehículo llegó a ser manipulado según cuenta ella misma. El periodista Javier Chicote cifra en 600 millones de pesetas el pago que se le hizo a la actriz, según figura en los documentos de Manglano. "En junio de 1997 el rey queda con Manglano y le dice que se ha llegado a un acuerdo, Bárbara Rey ha firmado un papel y se le van a dar 100 millones de pesetas de entrada y 50 millones de pesetas al año durante 10 años, esto es 600 millones de pesetas". Un dinero que Rey niega haber recibido aunque no pierde la esperanza: "Todavía está a tiempo y como le sobra y ya es mayor y su hijo no quiere la herencia pues más le sobra todavía".