Un paisaje montañoso con el Cantábrico de fondo. Una tranquila mañana dominada por la niebla. Molinos eólicos que intentan romperla y abrirse paso aunque lo que acaba resquebrajándola de verdad es un grito y el ruido de un vehículo que huye. De repente, una mujer aparece en el suelo cubierta de sangre. Y en medio de todo, una persona que, sin todavía saberlo, acaba de encontrar un sentido a su vida. Esa persona es Javier Cámara. Así arranca 'Rapa', la nueva serie de los creadores de 'Hierro' que hoy se estrena en MovistarPlus+. Esta nueva serie comparte algunos puntos del ADN que hizo de 'Hierro' una de las ficciones más sonadas de estos últimos años en nuestro país.
El argumento
Antes de meternos en harina, vamos a compartir con vosotros unas pinceladas del argumento de 'Rapa' pero sin destripar nada importante. Javier Cámara es Tomás, un profesor de instituto de la localidad gallega de Cedeira sin vocación, sin ganas de enseñar, y si nos apuráis, con poquitas ganas de hacer algo productivo con su vida. Está en un momento muy complicado. Pero todo cambia cuando una mañana, en uno de sus paseos matutinos por la montaña escucha una discusión y acto seguido ve a una señora tendida en el suelo y llena de sangre.
Tras llevarla a los servicios médicos, llega la Guardia Civil para comprobar qué ha ocurrido. Maite (la otra protagonista de 'Rapa'), agente del cuerpo e interpretada por Mónica López, se encuentra con Tomás y le empieza a preguntar qué ha pasado, qué ha visto. En estas que los doctores salen del centro médico y confirman la muerte de la mujer que, resulta ser Amparo Seoane, la alcaldesa de Cedeira. A partir de aquí, Tomás y Maite iniciarán una carrera para averiguar quién ha matado a Amparo y por qué. Ella porque forma parte de su trabajo, él, por su implicación en el caso. Los dos acaban transformando la búsqueda del asesino en una cuestión vital y, por el camino, iniciarán una improbable relación mientras a su alrededor todo el mundo parece culpable.
El thriller tranquilo
Parecen dos conceptos antagónicos pero 'Rapa' es justamente eso. Es un thriller. Hay un asesinato, hay tensión, sí. Pero la sensación nunca llega a ser de una presión acuciante o de una situación límite. Es un thriller tranquilo porque la tensión es subyacente. Está en la propia localidad de Cedeira, en sus habitantes, en la idiosincrasia del pueblo, en su pasado y en la sospecha de que todos parecen tener un motivo para haber asesinado a la alcaldesa. Tomás y Maite intentan poner nombre y apellido al sospechoso y, por supuesto, que la tensión va a escalando capítulo a capítulo, pero aquí no está en juego salvar el pellejo ni descubrir quién ha sido el asesino en el último momento con un giro loco de guion. Aquí vamos a tener sospechas muy pronto de quién ha sido, lo que no sabremos es el por qué. Pero, repetimos, el interés y lo que hace que te enganches a 'Rapa' es todo lo que hay alrededor del asesinato: las traiciones, los secretos familiares, la corrupción política... y la relación entre Tomás y Maite.
Los personajes
Son la piedra angular de 'Rapa'. Javier Cámara y Mónica López se llevan de calle cada plano de la serie. Y volvemos a los mismos conceptos que antes. Arrasan pero no por exceso, sino por defecto. Tomás y Maite son dos personajes muy contenidos, muy "para adentro". Expresan sus emociones con mucha contención. Por separado están muy perdidos. Su vida no les gusta y atraviesan una crisis existencial bastante grande. El asesinato de Amparo les juntará aunque, de primeras, no se soportan. Esa química, esa amistad que va naciendo es transformadora. Porque sus silencios, sus miradas, su pasión por saber qué es lo que ha pasado les da justo lo que les falta: ganas de vivir y seguir adelante.
Lo que más nos gusta...
'Rapa' es de esas series que, sin darte cuenta, te atrapan hasta la médula. Su ambientación hace muchísimo. Ya ocurría en 'Hierro'. Se nota que sus creadores, Fran Araújo y Pepe Coira, son también los padres de esta. Han cambiado los desérticos paisajes de la pequeña isla canaria por los entornos de la costa gallega. Los colores cálidos saturados y la opresión producida por el calor de las Canarias deja paso a la lluvia, los colores más fríos y otro tipo de opresión. La de la niebla, la humedad. El paisaje lo es todo. 'Rapa' es un thriller de personajes, de contención, no de acción y reacción. No es una persecución o una huida. Es una relación que nace de un asesinato y también es una serie de consecuencias. Las que ocurren derivadas del abuso de poder, la corrupción, el amor mal comprendido y la sobreprotección.
Lo que menos...
El mayor problema de 'Rapa' es que sus cartas se descubren demasiado pronto. Los que están acostumbrados a thrillers al uso pueden torcer el gesto porque el pastel se intuye casi desde el primer episodio. La serie es plenamente consciente de ello por eso juega su baza a otra cosa. Importa más el cómo y el por qué que el quién, pero puede antojarse como algo poco suculento una vez que la identidad del asesino está al descubierto. Aun así López, Cámara y el resto del reparto se las arreglan para sujetar los cimientos de la serie por sí solos. Son 6 episodios, una duración más que adecuada pero, precisamente, por jugar a no ser un thriller, siéndolo, quizá descoloque a más de uno. Al igual que el nombre de la serie. 'Rapa', como ya imaginaréis, viene de 'A rapa das bestas', una tradición de la zona que consiste en capturar caballos, encerrarlos en una especie de ruedo y sanearles las crines y limpiarles. Es algo que sí que se ve en uno de los episodios pero es muy tangencial a la serie. No forma parte de su núcleo. Podría no haber salido y la ficción tendría el mismo significado y la misma entidad. Es solo una anécdota pero, la verdad, nos ha hecho preguntarnos por qué la han llamado así.
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