Cuando Antonio Anglés, asesino prófugo de las niñas de Alcàsser, huyó del barco mercante 'City of Plymouth' donde se había subido como polizón lo hizo con ayuda de alguien de la tripulación. El capitán y todos los que iban a bordo, tan solo 12 miembros, fueron interrogados por la policía mientras los perros buscaban a Anglés dentro del barco.

El capitán ha reconocido en la docuserie 'Anglés: Historia de una fuga' que alguien le tuvo que ayudar a salir porque la puerta y la ventana del camarote en el que le encerraron estaba tapiado. Uno de los agentes le dijo al capitán que un miembro de la tripulación parecía culpable y avergonzado, y aunque no piensa señalar a nadie sabe de quién sospechaban.

"Sé que ninguno le habría ayudado de haber sabido qué había hecho. Nadie le habría dejado salir, pero lo hicieron", asegura el capitán en el vídeo principal de esta noticia.