Sofía Vergara es 'Griselda', ella es la serie y aún así viéndola se te olvida que detrás de esa nariz, esos dientes y esa peluca está la actriz latina mejor pagada del mundo y una de las más poderosas en Estados Unidos. Aún así, ha tenido que buscarse la vida para volver a trabajar después de interpretar durante más de diez años a la explosiva Gloria Pritchett en 'Modern Family'. "Cuando me encontré con Sofía se me quitaron los miedos y supe que podía hacerlo perfectamente. Y eso me hace pensar en 'Modern Family' con ese nivel de comedia, y que no se le ha dado suficiente reconocimiento a un trabajo tan difícil y es porque ella hace que parezca fácil". Esta declaración es de Eric Newman productor y cocreador de la serie y es que no es fácil tener delante a una auténtica estrella internacional sin dejarse llevar por esa imagen sin ver más allá. Tal y como explicaba la actriz hace unos días en la presentación de la serie de Netflix en Madrid, ni siquiera ella misma estaba segura de poder hacer un cambio de registro tan drástico y pasar de la comedia al drama violento de 'Griselda' que ya está disponible en Netflix. Suele pasar en Hollywood, que cuesta reconocer el talento en un género como la comedia y el reconocimiento no llega hasta que no hay un cambio de registro o una transformación física, en este caso Sofía Vergara se atreve con todo.

Para esta serie Newman vuelve a trabajar con Andrés Baiz que también dirige los seis capítulos de la serie. Son los creadores de 'Narcos' y en esta nueva serie de Netflix siguen explorando ese universo. Esta vez se fijan en el personaje de Griselda Blanco, la única mujer que consiguió ser realmente alguien importante en el negocio del narcotráfico dominado por los hombres. La historia gira totalmente alrededor de una Sofía Vergara transformada físicamente para parecerse al personaje real, aunque aún así sigue siendo más guapa y atractiva que la original, y cambiada también a nivel emocional para lograr transmitir por un lado, la empatía de una madre; y por otro lado, la maldad de la asesina despiadada que era.

Sofía Vergara en una escena de 'Griselda'.

La actriz ha insistido en lo difícil que ha sido la caracterización que llevaba cada día de rodaje más de tres horas de maquillaje y peluquería. "Yo empezaba ya cansada y después tenía que quitarme todo", protestaba. "Están acostumbrados a verme bonita", decía Vergara en la rueda de prensa celebrada en el Hotel Four Sesons de Madrid con esa sonoridad de su acento colombiano. Un acento que no deja de escucharse en toda la serie porque, igual que sucedía en 'Narcos', la serie es bilingüe. La trama está ambientada en el Miami de las décadas de los 70 y los 80 y hay muchos personajes latinos. "Queríamos que se sintiera real, si en un cuarto todos eran colombianos porque iban a hablar en inglés. Pasó orgánicamente, la autenticidad es lo que lo que vale", coinciden Vergara y Baiz. Los creadores ya tenían la experiencia de 'Narcos', la serie que por primera vez obligó a los estadounidenses a leer subtítulos y que así abrió el mercado a muchas producciones.

Para Sofía Vergara también ha sido un gran cambio actuar en su lengua materna, porque siempre lo ha hecho en inglés. "Una cosa que me sorprendió es que no estaba acostumbrada a actuar en español y me sentía rara, lo que pasaba era que estaba cómoda. Con todos esos actores latinos me sentía como en mi casa. Nos convirtió a todos en una familia", afirma la actriz. Además, añadía que hacer un proyecto latinoamericano era en cierto modo una cuenta pendiente. "Mi carrera es en Estados Unidos y siento que no siempre puedo estar mucho tiempo para un proyecto fuera de allí. Me he sentido orgullosa de poder trabajar con actores como los que trabajé en Griselda, los mejores de Latinoamérica", ha añadido antes de agradecer a Netflix "el amor hacia el proyecto y el apoyo a los actores".

Un sentimiento, el de "ser familia" que también comparte el director, colombiano como ella. "Se filma en Los Ángeles, trajimos a todos los actores y se formó un set multicultural, la pasamos genial". De hecho, sobre el trabajo con los cocreadores, la protagonista afirma que "no hubiera podido hacer todo eso si no hubiera sido con ellos". La sintonía con el director se nota y él ha sido un gran apoyo para la actriz en este cambio de la comedia al drama. "Cambiar de la comedia a algo dramático por primera vez también fue difícil, no es igual estar riendo con amigos (como en 'Modern Family') que estar gritando, fumando, metiendo coca, matando, ahora entiendo que los actores se vuelvan locos...", bromea.

"Es un buen director y estuvo pendiente de que yo no fuera a hacer el papelón", afirma Vergara antes de desatar la risa de los periodistas con su confesión: "Me enseñó a meter coca, a fumar...". Y continúa explicando que esos pequeños detalles son importantes. "A mis 50 años era la primera vez que cogía un cigarrillo, y cuando alguien lleva toda la vida fumando el cigarrillo es una extensón de su mano y yo no sabía ni siquiera cómo sujetarlo".

Diferencias con 'Narcos'

El director Andi Baiz asegura que 'Griselda' es el trabajo del que más orgulloso está y también el que más le ha costado. Y explica como siendo el mismo universo de 'Narcos' quiso que, desde el primer momento fueran diferentes. Para empezar ha tenido la oportunidad de dirigir los seis episodios de la miniserie que es casi como una película y no es lo habitual.

"Quería impregnarle una identidad y visión muy propias", explica antes de enumerar las diferencias. "'Griselda' es distinta, en ritmo y en enfoque, es muy diferente a propósito. Narcos tiene unos hitos característicos, es más política esta es más íntima y enfocada en el personaje, en sus complejidades y contradicciones; en 'Narcos' había voz en off, así que no quería voz en off; 'Narcos' tiene material de archivo y yo no quiero material de archivo en 'Griselda'; 'Narcos' tiene una secuencia de créditos muy linda con una canción y aquí no hay secuencia de créditos. El estilo y el formato en que está rodada también son distintas".

Aún así, continúa, "la serie podía ser hermosa y tener la mejor música o el vestuario que los tiene, pero la estrella es Sofía y lo más importante era trabajar con ella de la mano para esta transformación en la que ella se sale de su zona de confort para tomar un riesgo tan grande como hacer este personaje".

Los cocreadores de 'Griselda' y de 'Narcos' Andrés Baiz (dcha.) y Eric Newman junto a Sofía Vergara en la presentación en Madrid.

Humanizar sin idealizar

El de Griselda Blanco es un personaje muy controvertido y Newman explica como al descubrirla en la investigación para 'Narcos' supieron que "era un personaje demasiado importante como para meterlos como uno más en la historia". El debate siempre que se lleva a la ficción la historia de un criminal es si se está idealizando o romantizando su figura. "Ella sale de Colombia con tres hijos en un momento de crisis y llega con nada a Estados Unidos y tiene que trabajar diez veces más que los hombres que la rodean para lograr sus objetivos, sí ella tiene ambición de poder y quiere ganar el respeto que nunca ha tenido", afirma Andi Baiz.

Tanto el director como Sofía Vergara tenían claro que quería humanizar al personaje con sus complejidades y contradicciones para que el público empatizara con ella y llegara incluso a quererla. "Sí hay un intento de humanizar a este personaje porque los antihéroes son muy complejos, son contradictorios y a mí como director me fascinan porque nos permiten entender algo de nosotros mismos por sus complejidades", dice Baiz. Y añade que "lo importante es el arco completo del personaje que vemos a través de seis episodios y en el que nunca se 'glamouriza' su vida, tenemos un arco muy perfecto y llegamos a entenderla".

Sofía Vergara como Griselda Blanco empuñando un bate y no para jugar al beisbol, en una escena de 'Griselda'.

Sofía Vergara afirma que al haber nacido y crecido en Colombia sabe cómo funciona el narcotráfico y, de hecho, la muerte de su hermano estuvo relacionada con el negocio. Es algo que conoce y, precisamente por esto, le llamó la atención el personaje de Griselda Blanco cuando supo de ella. "Sé cómo somos las mujeres colombianas y sí somos fuertes pero también protectoras y no podía creer que pudiera haber una mujer que estuviera a la par de los hombres en un negocio tan brutal, ser una mamá de cuatro hijos y que al mismo tiempo hacer todo eso. Quería entender cómo una madre podía convertirse en ese monstruo".

"Quería que Griselda fuera un poco como Tony Soprano y que no la odiasen desde el comienzo", explica Vergara para explicar cómo trataron de "conseguir el tono para que la gente se enamorara un poquito de ella y la entendiera". "Yo sí que creo que ella al principio tiene razones verdaderas, quería sobrevivir sentía que no tenía más opciones porque no conocía otro negocio, tenía tres hijos u ni un peso". Aunque no defiende que "todas las que estén en esa situación tengan que hacer lo mismo".

La clave para Andi Baiz está en que se mueve en un mundo de hombres en el que todo el tiempo tratan de ningunearla y de ponerle obstáculos y "no triunfa hasta que no empieza a usar los métodos de sus enemigos, lo que supone que pierda parte de su alma".