A las puertas de un centro de mayores en Babilafuente (Salamanca), Alberto Chicote preguntaba a los ancianos acerca de la comida que allí recibían cada día. El chef se encontró con Patricio, uno de los residentes que amablemente respondió a sus preguntas, afrontando con resignación su situación. "Podría estar mejor" o "todas son iguales", se limitó a contestar.

Pero su actitud cambió cuando el cocinero le preguntó por los alimentos. "Claro que no nos gusta nada. ¿Pero qué voy a hacer? Si no te gusta coges la maleta y te vas". Cuando Chicote se disponía a entrevistar a otro anciano, fue interrumpido por una cacerolada organizada por los trabajadores y la directora del centro. No era la primera vez que se veían las caras y la tensión se fue incrementando hasta que estalló en este momento.

"¡Chicote, fuera ya, no te queremos más!", corearon a las puertas con silbatos y cacerolas. "¿De verdad ustedes creen que esta la manera de tratar los temas?", intentaba razonar con ellos. "Creo que no les gusta que hagamos preguntas", afirmaba el presentador del espacio a cámara.

Uno de los residentes se acercó a Chicote para denunciar su situación, pero los 'manifestantes' se lo impidieron. "Son unos sinvergüenzas", empezaba a decir el hombre, cuando la directora se interpuso entre ambos de malas maneras. "Ey, ey. Por favor, un poquito de respeto al señor mayor. Que le están ustedes empujando y por ahí no voy a pasar", pedía el famoso cocinero. Finalmente, consiguieron llevarse al señor al interior.

Antes de proseguir con la siguiente entrevista, Alberto necesitó un pequeño respiro. "Disculpe, es que me está temblando todo el cuerpo". Los familiares de varios usuarios sí que consiguieron que se oyera su voz.