La solución que han encontrado los vecinos de esta localidad salmantina es acudir durante la noche al centro de urgencias nocturnas, para evitar que el médico abandone su puesto a las 22 horas de la noche.

"Como le pase algo a mi mujer", advierte sin sentenciar Pepe, asustado porque asegura que la salud de Cándida es delicada y necesita la cercanía de un centro para atenderla si le ocurriese algo de madrugada.

"Tengo muchísimo miedo de que le pase algo a mi mujer y que no haya un médico" y se pregunta qué haría él en ese momento.

La concentración que cada noche protagonizan los vecinos de Villarino ha hecho que el marido de Josefina, otra de las vecinas que acude cada madrugada a los alrededores del centro de urgencias, pudiera acceder a sus servicios durante una noche en la que tenía varias décimas de fiebre y los pulmones inflamados.

El doctor encargado del centro está de acuerdo con la movilización, a pesar de que permanezca durante más horas en su puesto de trabajo, ya que, como él asegura, "se tarda más de tres cuartos de hora en llegar al centro de salud más cercano y estamos abandonados de la mano de Dios".