En un reciente debate en laSexta Xplica, el periodista Alfonso Pérez Medina abordó el espinoso tema de la criminalidad en España, destacando datos que a menudo son objeto de manipulación política. Durante su intervención, Pérez Medina subrayó que, actualmente, el 74% de los delitos que se cometen en España son perpetrados por ciudadanos españoles, mientras que el 26% restante corresponde a población extranjera.
Estos datos, extraídos de fuentes oficiales, revelan una disparidad entre la proporción de delitos cometidos y la composición demográfica del país. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población inmigrante en España representa aproximadamente un 18% del total. Esto implica que, a pesar de su menor peso demográfico, los inmigrantes estarían involucrados en un 26% de los delitos.
Sin embargo, Pérez Medina hizo hincapié en la importancia de contextualizar estas cifras para evitar interpretaciones erróneas. Señaló que existen factores que influyen en esta disparidad y que, sin embargo, suelen ser omitidos por ciertos sectores políticos, como Vox, o figuras como Alvise Pérez. "Hay factores, y eso es qué partidos como Vox y Alvise Pérez no dicen, hay factores que el porcentaje de inmigrantes cometan más delitos", comentó.
Uno de los aspectos clave mencionados es que la población inmigrante en España está compuesta mayoritariamente por hombres jóvenes, un grupo demográfico que, según las estadísticas, es más propenso a cometer delitos. "Los hombres, estadísticamente, cometen más delitos que las mujeres, y las personas más jóvenes son más propensas a delinquir que las personas de mayor edad", explicó Pérez Medina.
En resumen, de cada 100 delitos que se cometen en España, 74 son responsabilidad de ciudadanos españoles, mientras que 26 son cometidos por extranjeros, según los datos del INE de 2023. Si bien estas cifras pueden parecer alarmantes a primera vista, el análisis de Pérez Medina subraya la necesidad de una interpretación cuidadosa y contextualizada de los datos, evitando caer en simplificaciones que podrían alimentar discursos xenófobos y estigmatizantes.