Las grandes distribuidoras de la alimentación aseguran que a partir de enero los consumidores han comprado menos, un 4,5% por debajo de los niveles de diciembre. Mientras tanto, los supermercados siguen subiendo los precios y desde Asedas, la patronal del sector, afirman que los márgenes de beneficio no son para tanto, teniendo en cuenta que "a los agricultores se les paga por sus productos un 42,9% más, a la industria alimentaria un +20,5% y a esto hay que sumar los incrementos brutales del precio de la energía".

Una afirmación que no comparte José Antonio Castillo, agricultor, que define estos argumentos como "absurdos". Como ejemplo, en el vídeo sobre estas líneas detalla su propia experiencia: "Hoy he vendido las berenjenas a 82 céntimos, que no es un mal precio, pero en la época que estamos, que no hay una producción alta, es barato", comenta este hombre, que afirma que "ha caído en menos de dos semanas más de un euro el kilo".

Una situación que, explica, contrasta con el precio de esta verdura en el supermercado: "He ido a uno que está muy cerca de aquí a verlas y estaban a 2,80€, dos euros de diferencia y además berenjenas que estaban hartas de estar metidas en la cámara y arrugadas".