Poco después del ataque a los ochos miembros del CNI en Irak, a la periodista Mónica García Prieto le llega un DVD que se está distribuyendo por las mezquitas iraquíes. En él, miembros de la resistencia se atribuyen la muerte de los españoles aportando ciertas pruebas: "Uno era el carné de conducir de uno de los agentes, otro era una credencial de la coalición provisional para Irak y otro era un carné de Alberto", afirma a laSexta Columna en el vídeo sobre estas líneas.

Seis años después de que ella misma pidiera contactar con este grupo, se produce en Damasco. Tras meses de gestiones, Mónica se encontró frente a frente con el hombre que aseguraba haber matado a su amigo Alberto. "La primera frase que me dijo, me acordaré siempre fue: 'usted me odiará por haberles matado, por española y porque sé que uno de ellos era amigo suyo'", recuerda. Su respuesta, explica, fue que "no, yo no estoy aquí para juzgarle, yo soy periodista, los sentimientos me los guardo".

El resultado de aquella conversación de tres horas fue una entrevista en la que el supuesto responsable llegó a dibujarle un croquis para explicarle cómo se había producido el ataque y lo que hicieron después. El insurgente al que Mónica entrevistó hoy está en prisión, condenado a muerte por otra causa. Después de conocerle, ella está convencida de que fue el verdadero autor de la masacre.