En 2015, cuando el PP presentó un candidato oficial para presidir la Diputación de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera decidió también presentar su propia candidatura, también por el PP. Y ganó.

Tras su victoria, Jesús cedió el bastón de mando a los alcaldes abulenses y coincidió y se codeó con lo más granado del partido, pero cuando él mismo quiso representar al PP en la batalla por la alcaldía de Ávila, se lo impidieron desde Madrid.

"No, no entiendo ninguna venganza. Cuando se toman decisiones pasando por encima de la dirección regional y de los afiliados, yo creo que se equivocan", apuntaba entonces -en 2018- el propio Sánchez Cabrera.

Así relataba él su ascenso y descenso en el PP de Pablo Casado: "El día 15 de octubre (de 2018), Pablo Casado le comunica a Carlos García, presidente provincial, que soy el mejor candidato y debo empezar a trabajar en la candidatura. Posteriormente, en torno al 19-20 de diciembre, la dirección nacional comunica que es mejor que yo no sea el candidato (...) Nunca me ha dicho por qué cambió de opinión, ni qué o quién le influyó".

Hace apenas unos meses, en 2019, Jesús abandonó el Partido Popular, que lideró una moción de censura para expulsarle de la presidencia de la Diputación abulense.

Pero a Sánchez Cabrera aún le quedaba cuerda política. El pasado 26 de mayo conseguía 11 de los 13 concejales necesarios para gobernar la ciudad de Ávila con su candidatura 'Por Ávila'.