A Pedro Sánchez, que como presidente del Gobierno cobra casi 83.000 euros, no le afecta su propia subida de impuestos. Tampoco al alcalde mejor pagado de España, José Luis Martínez-Almeida, con casi 104.000 euros al año.

Pero el dirigente autonómico mejor remunerado, Quim Torra, sí pasa de los 130.000 euros y, con el nuevo Ejecutivo, tendrá que contribuir más a Hacienda. También lo hará la reina Letizia, a quien, con 133.500 euros, le toca por poco.

Ellos están entre los 120.000 contribuyentes afectados, que ni siquiera representan un 1% del total. Su tipo máximo de tributación pasará del 45% al 47%, llegando al 49% en el caso de los que ganen más de 300.000 euros.

No obstante, esto no significa que Hacienda se quede con la mitad de lo que cobran. "No es que, de todo el dinero que ganan, ahora puedan pagar más impuestos, sino que, a partir de 130.000 euros, de ese dinero que se gana a partir de ahí, habrá uno o dos puntos más en la presión fiscal", apunta el experto en comunicación política José Miguel Contreras.

Esto puede explicarse entendiendo el sueldo como si fuera un edificio, siendo muy afortunados en el caso de cobrar 131.000 euros. En el 'edificio salarial' hay seis plantas.

La planta uno, son los primeros 12.000 euros que se cobran, de los que Hacienda se queda el 19%. La segunda planta son los casi 8.000 euros que van hasta 20.000; parte del suelo que tributa al 24%.

La cantidad va subiendo progresivamente hasta llegar a la sexta planta. Solo los 1.000 euros que pasan de 130.000 tributan al 47%.