En 2018 hubo un aumento de violaciones en 'manada' y la fiscalía piensa que "se trata de un fenómeno que guarda relación con el uso de la pornografía a través de las redes, donde se representa a la mujer cosificada".

La sexóloga Kathy Martínez aclara que "reducir el discurso de una violación en manada y echarle la culpa a la pornografía es como quitar la importancia que tienen las personas que han cometido este acto, pero es verdad que la pornografía enseña mucha violencia".

Encontrar la palabra violencia o violación en los títulos de vídeos pornográficos no es algo extraño y por ello la preocupación ha llegado también al mundo del porno. Un ejemplo es el salón erótico de Barcelona, desde donde quieren destacar que "el porno 'mainstream' es bastante violento, pero hay opción de alejarse de esto y disfrutar de otro tipo de pornografía y de sexo".

Y pese a que las mujeres siguen consumiendo menos pornografía porque está dirigida a la fantasía del hombre heterosexual, ya hay muchas mujeres que empiezan a reclamar un porno más dirigido a ellas. Ya hay directoras como Erika Lust que escriben porno con fantasías de mujeres.