Con solo 17 años y ante la situación generada por los recortes en el ámbito de la sanidad y la dependencia, Ariadna Miñambre tuvo que hacerse cargo de su madre, que padecía "una enfermedad rara sin cura".

Así nos lo contaba hace seis años en laSexta Columna. "Tiene una enfermedad degenerativa para lo que no hay cura ni medicación específica. Su marido se fue y yo me quedé sola con ella", explicaba.

Entonces, una joven Ariadna tuvo que crecer forzosa y rápidamente y hacerse cargo de todo. "Ha llegado un punto en el que no puede hacer nada. Incluso, la tengo que acompañar al lavabo. Hay días que me satisface mucho, pero otros, me siento sola y desesperada".

Hace dos años Ariadna y su madre pudieron descansar. Después de años de intensa lucha y sin todas las ayudas necesarias, Montse falleció. "Fue una liberación, para ella, porque lo necesitaba, y para mí, que no quería verla sufrir", nos cuenta ahora la joven.

Su muerte "fue una liberación porque ella lo necesitaba y yo no quería verla sufrir"

Y es que, los recortes en dependencia obligaron a Ariadna a renunciar a su vida y a su juventud. Una vida que, según explica, "ahora es más normal". "Ahora estoy trabajando, vivo con mi marido y tengo una vida acorde a mi edad".

Pero esta joven aprendió del dolor que compartió con su madre y de su espíritu de lucha. Porque, incluso en silla de ruedas, Montse siguió peleando contra los desahucios. "Era una gran activista y le gustaba ayudar, aunque ella estuviera así. Era muy buena persona", asegura una Ariadna muy emocionada.

Además, esta dura experiencia despertó la verdadera vocación de la joven. Hoy es auxiliar de enfermería y vela por los que, como su madre, más lo necesitan. "Es duro porque ves casos de gente muy joven que fallece", dice, pero siempre te queda el consuelo de que "has dado lo mejor de ti".