La cuestión de la protección del lobo ibérico sigue suscitando controversia y enfrentando a ecologistas y ganaderos. Fernando Rodríguez tiene vacas y ovejas en Cerdillo de Sanabria, un pequeño pueblo de Zamora situado en plena zona lobera. En su caso, utiliza mastines para proteger a sus animales.
"El último ataque que viví fue una yegua de mis padres", explica este ganadero. "Si no tuviera mastines -señala-, esta sería una explotación muy dañada". Con ellos, resume, "los perros salen, ladran, no le hacen nada, el bicho sigue su camino y todos tan felices".
Uno de los momentos que utiliza el lobo para atacar es cuando el ganado tiene crías y por eso es fundamental no dejar al ganado suelto, sobre todo por la noche. Fernando señala que los animales tienen que estar concentrados, para facilitar el trabajo a los perros: "No es lo mismo vigilar 50 vacas juntas que 50 vacas separadas", ilustra.
Proteger su ganado con mastines le cuesta 7.000 euros al año. Un dinero, lamenta, que, de no vivir en una zona lobera, sería para él. "Pierdo dinero, pues sí, pero es algo que quiero tener porque lobo hay,quiero tener lobos porque es una limpieza de montes", defiende no obstante. Por ello, pide "que no se maten, porque el lobo es una especie que regula mucho la naturaleza", al comerse a otros animales muertos o enfermos.
Fernando está en contra de la caza del lobo: él cree que la convivencia entre estos animales y ganadería es posible con medidas disuasorias como los mastines o las cercas eléctricas para el ganado. Medidas que WWF aboga por facilitar a los ganaderos, según explica Laura Moreno, responsable del programa de especies de la ONG, "para que ellos no sufran ese coste y para que puedan hacer su actividad".
Sin embargo, otros ganaderos que han sufrido ataques y cazadores no entienden que se prohíba la caza del lobo. Por su parte, Odile Rodríguez de la Fuente cree que solo se tiene que poder cazar de manera excepcional. "Cuando se realiza la caza sobre clanes que están bien establecidos, si se caza el lobo alfa, la loba alfa o los dos, se desestructuran estas familias" y "aparecen lobos errantes, que son los más peligrosos", advierte, por lo que al final "puede terminar causando todavía más daño del que se trataba de prevenir".
No obstante, la bióloga defiende "un control letal inmediato" de aquellos especímenes "que causan problemas de forma reiterada y únicamente de estos especímenes".
La verdad tras la mala fama del lobo, que casi acaba extinto en España
Durante siglos, el lobo ibérico fue objeto de la caza indiscriminada en España, donde era considerado una alimaña y a punto estuvo de extinguirse. Ahora, se caza de forma regulada, pero la controversia sigue viva entre ganaderos y ecologistas. Puedes escuchar sus motivos en este vídeo: