¿A quién afecta más en las urnas"

Izquierda y derecha, dos visiones opuestas de la corrupción: del "no se puede robar" al "es parte de la condición humana"

¿Por qué es importante? El catedrático de Filosofía Fernando Broncano reflexiona sobre cómo son las posturas enfrentadas de izquierda y derecha respecto a los casos de corrupción y a cuál de los dos afecta más en las urnas.

El catedrático de Filosofía Fernando Broncano reflexiona sobre cómo son las posturas enfrentadas de izquierda y derecha respecto a los casos de corrupción y a cuál de los dos afecta más en las urnas.

En el Congreso de los Diputados la forma de abordar los escándalos de corrupción varía a un lado y otro del hemiciclo. Mientras a la izquierda Gabriel Rufián defiende tajante que "la izquierda no puede robar", a la derecha María Dolores de Cospedal argumenta que "la corrupción no es de las personas jurídicas ni de los partidos políticos, sino de la condición humana".  

Dos visiones opuestas que llevan años enfrentadas y que laSexta Columna intenta resolver con Fernando Broncano, doctor en Filosofía en la Universidad de Salamanca.

Broncano afirma que aunque "la corrupción es algo que afecta de manera radical a todos, a las derechas y las izquierdas", hay una diferencia: "Para la izquierda, la defensa de la democracia es algo que moralmente es central, la única posibilidad de que podamos avanzar a hacer una sociedad más justa, más igualitaria, más inclusiva. Es parte del ADN de la izquierda defender lo común", sostiene.

¿A quien afecta más la corrupción en las urnas?

Sobre si la corrupción afecta más a la izquierda que a la derecha en las urnas, el filósofo considera posible que se produzca "mucha más desazón" en las izquierdas, sobre todo si los casos ocurren en terreno propio, porque "son traiciones a la actitud que podemos decir progresista o de izquierdas".

Sin embargo, considera que "para la derecha hay otras cosas que son más importantes que la corrupción", como "el funcionamiento del mercado y la moral de la familia". Por ello, explica que la puede utilizar de forma instrumental o "hipócrita": "Qué corruptos son estos, pero bueno, ya sabemos que la naturaleza humana es así".

Para Alfonso Pérez Medina, "parece que la corrupción penaliza menos" a la derecha. Si bien apunta que casos como la Gürtel, la caja B del PP o la corrupción en Valencia hicieron que los populares bajaran en las encuestas o "floreciera Ciudadanos", también apunta que "hay casos de políticos condenados por casos de corrupción que han vuelto a ser votados".

"El pensamiento conservador parte de la idea de que el ser humano siempre es malo, siempre va a ver ladrones, siempre va a ver violencia y que el ser humano no tiene salvación", apunta Broncano, para el que este tipo de "moral pragmática" que lleva a "cómo acumular poder para tener el Estado" convierte a la derecha en "maestra" a la hora de "promover morales puritanas y prácticas completamente tolerantes de la corrupción". 

Esteban Urreiztieta sin embargo defiende que la izquierda no paga más caro la corrupción que la derecha, pues en su opinión la izquierda "tiene un suelo de votantes hasta ahora muy sólido" y, además, desde el punto de vista comunicativo es "extraordinariamente eficiente a la hora de lanzar los mensajes de contrarrestar, de montar campañas, en este caso de desinformación".

José Enrique Monrosi apunta que mientras en el caso de Begoña Gómez hay una "sensación generalizada" de que ella y Pedro Sánchez son "presuntos corruptos", Isabel Díaz Ayuso, "que vive en dos pisos, y no se sabe muy bien quién paga, con un presunto defraudador fiscal se pasea como Pedro por su casa".