La II Guerra Mundial convirtió a Estados Unidos en la nueva potencia global. No solo eso, sino que los estadounidenses, con Franklin Roosevelt a la cabeza, se lo creyeron. "Los americanos tienen que ser los guardianes de la cultura Occidental", dijo entonces. Es decir, se convirtieron en los policías del mundo.

Como vemos en el vídeo, los estadounidenses daban el 'alto' si se liaba en Corea, si un revolucionario de izquierdas gobernaba Chile o si los vietnamitas se pasaban al comunismo.

Sin embargo, al policía del orden mundial a veces se le ha subido la porra a la cabeza. Sobre todo desde que la Unión Soviética dejó de existir, lo que hizo que Estados Unidos no tuvo espejo en el que mirarse.