La mentira es una herramienta de muchos usos en el juego y en la política. Es, para algunos, casi un arte; también, en el espionaje. "Hay mentiras que requieren un poquito más de elaboración, que requieren un poquito más de profesionalidad y en ese caso sí que es una herramienta", explica en laSexta Columna Elena Labrado, periodista y analista de Inteligencia. Y de esta cuestión nos hablan los exespías Jaime Rocha y Fernando San Agustín.

Junto a la mentira hay otro arma de fuego, pero del fuego de la pasión muy importante en el espionaje: el sexo y el amor. Una intimidad que termina en traición. "Mientras sepas a quién sirves, que es a tu servicio secreto, lo que haces es engañar a otro servicio secreto, a grupos mafiosos, pero siempre con ese doble juego de mantener una doble personalidad", considera Fernando Rueda, periodista y autor de 'Al servicio de su majestad".