Arturo Béjar trabajó durante años desarrollando las herramientas de protección al usuario de Facebook. Años después, el ingeniero regresaría a la compañía de Mark Zuckerberg como asesor de Instagram, donde descubrió la magnitud del daño que estaban sufriendo los usuarios de la plataforma, sobre todo los niños, y que las medidas de seguridad que él creó habían sido eliminadas.
Al comprobar que la empresa, ahora conocida como Meta, no hacía nada para remediar la situación, decidió denunciar públicamente sus negligencias, que llegó a exponer ante el Senado de Estados Unidos.
A preguntas de Gonzo en Salvados, el exdirectivo reconoce que cuando entró en Facebook en 2009 nunca imaginó que habría personas con estrés postraumático por los contenidos que ven en estas redes sociales, como es el caso de algunos moderadores de contenido con los que ha podido hablar el programa.
"Nunca me hubiera imaginado que así hubieran acabado las cosas, quisiera habérmelo imaginado para poder hacer algo al respecto", lamenta Béjar, de nuevo visiblemente afectado, tras llegar a las lágrimas al comprobar cómo los pedófilos emplean Instagram para contactar con menores e intercambiarse pornografía infantil. Es entonces cuando Gonzo le plantea la pregunta más dura de la entrevista: "¿Te sientes responsable de algo de todo esto, aunque no lo seas, por haber ayudado a crear la compañía?".
"Por muchos años sí sentí eso", reconoce el ingeniero, que no obstante señala a Zuckerberg: "Me di cuenta de que la responsabilidad de reducir los daños es la responsabilidad de Mark y él tenía que haber contratado a alguien que se asegurara de que esta conversación no fuera necesaria", asevera. "Pero lloro cuando veo estas cosas como alguien que le dedicó mucho tiempo de su vida a la protección de la gente y ve ahorita la cantidad de sufrimiento prevenible", añade.
"Lo único que puedo hacer ahorita es mi filtración, hablar contigo y ayudar a la gente a entender, pero cada niño o cada niña que vive eso, uno lo ve y uno lo siente", lamenta.