Tras años desarrollando herramientas de protección para los usuarios de Facebook, Arturo Béjar abandonó la compañía, pero regresó posteriormente para trabajar en Instagram. Una vez de vuelta en la empresa, sin embargo, se encontró con que sus medidas de protección habían sido eliminadas.
"Lo que me dieron a cambio fue un equipo para hacer un estudio acerca de los daños que la gente estaba viviendo en Instagram", cuenta el exingeniero de Meta en Salvados, donde relata sus estremecedores hallazgos.
"Pasé seis meses trabajando con el equipo de más alto calibre de investigación que alcanzó cientos de miles de gentes en todo el mundo", explica el exingeniero de Facebook, que detalla que preguntaron a los usuarios si habían sido acosados en los últimos siete días en Instagram, si habían visto contenido sexual indeseado en la plataforma o si habían sido atacados por su imagen, sexo o religión.
"Esa información es una representación sin falla de los daños que la gente está viviendo en Instagram cada día", incide Béjar, que asegura que pensaba que "en el momento en que Mark [Zuckerberg] viera estos números que son tan terribles", se tomarían las medidas para proteger a los menores en Instagram.
Los datos que descubrieron él y su equipo fueron devastadores: "Uno de cada ocho niños recibió acoso sexual en Instagram cada siete días", expone el exdirectivo. "Uno de cinco niños se siente peor de sí mismo, de su cuerpo, de su ser, después de ver información en Instagram", continúa Béjar, que añade: "Uno de cada 10 niños recibe bullying personalmente en Instagram cada siete días y uno de cada cuatro niños lo ve pasar mientras Instagram no hace nada al respecto".
La empresa, sin embargo, no reaccionó ante estas cifras tan reveladoras como él esperaba: "Es una compañía que no quiere ver el daño, que no lo quiere entender, que no lo quiere minimizar", denuncia.
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