El presentador del programa entrevista al economista Eduardo Gutiérrez. Tras la visita a Rafael Chicharro, padre de una niña dependiente, Jordi Évole quiere saber la relación entre el rescate bancario y los recortes en la ley de la dependencia.

Esta, “es una relación causal e indirecta porque las políticas de rescate están condicionadas a que se apliquen todas las medidas de recortes del gasto público”. Entre ellos, los recortes en las prestaciones a la ley de dependencia. Unas medidas, impuestas por la UE y dictadas por Alemania que “tiene mucho interés en que los bancos españoles paguen todo lo que deben”, afirma Gutiérrez.

Alemania es un país con mucho peso económico y político. De hecho, se diseñó el euro al dictado y a las condiciones que dijo, como la baja inflación y poco gasto público, que Merkel incumplió en la primera etapa de su mandato.

Gracias a estas condiciones, el país germano consigue vender mucho en Europa, "genera muchos ahorros con los que intoxica al sur facilitándoles créditos", es decir, excedentes que los acaba colocando en España, y con lo que, por ejemplo, se financia la burbuja inmobiliaria.

Desde que salta la crisis financiera, los Estados del sur han abalado todas las emisiones de crédito de todas las empresas y bancos que tenían que pagar los créditos. Cuando no tenía dinero pedían una renovación. Hasta que en 2009, el Estado abala unos créditos que la banca Alemana le ha dado a la banca española y que en caso de que la española no devuelva los créditos, España es quien va a asumir ese coste.

Por esa razón, Alemania quiere que el Estado español esté saneado por lo que le obligan a hacer recortes para que tengan liquidez y le puedan devolver los créditos en caso de impago por parte de los bancos.

“Nos han tomado de rehenes a todos los españoles, portugueses, griegos… Respondemos con nuestros impuestos de las deudas de los bancos”, declara Eduardo Gutiérrez.

No es la primera vez que España sigue indicaciones de Alemania. Cuando Zapatero modificó la Constitución en 2011, lo hizo obedeciendo una orden de Alemania: ‘La regla de oro de los acreedores financieros’, consistía en meter en la Constitución la obligación de pagar antes los intereses por las deudas, antes que los gastos. El pago de la deuda por encima de todas las prestaciones sociales.