Enric Duran decidió estafar a los bancos en 2005 y explica cómo preparó el plan: "Durante el primer año y medio o dos años era una tarea de experimentación e investigación. Fui pidiendo algunos créditos e intentaba aprender de los resultados de ese crédito, como entender cuándo me los concedian, cuándo no, por qué me los concedían, qué información tenían de mí... Fui preparando el plan a partir de ir sacando yo más información de ellos que la que ellos sacaban de mí".

"Fui preparando el plan a partir de ir sacando yo más información de ellos que la que ellos sacaban de mí"

Enric le cuenta a Jordi Évole cómo le afectó esta estafa en su vida personal: "A medida que ya había una actividad más grande por mi parte, era muy intensivo porque a lo mejor tenía que ver siete u ocho entidades bancarias". A pesar de que Duran se presentaba en los bancos con su DNI auténtico, admite haber falsificado su contrato de trabajo, su vida laboral y extractos bancarios, entre otros documentos, de una forma "rudimentaria", como por ejemplo manipulando fotocopias.

El estafador revela que el gran secreto de su plan residía en las alertas de morosidad entre bancos: "Descubrí que esas alertas funcionan con dos meses de retraso, así que actúe principalmente en dos meses: diciembre del 2007 y enero del 2008. Hasta entonces había estado con créditos de menos de seis mil euros y el resto lo concentré en esos dos meses".