En la noche malagueña, los agentes patrullan hasta que reciben un aviso por una reyerta multitudinaria. Podría haber varios implicados.

Aprisa acuden hasta el lugar del suceso, donde descubren que se ha tratado de una pelea entre miembros de una misma familia gitana. Se encontraban en la celebración de un bautizo. Calman a los familiares, e intentan averiguar lo que ha sucedido. En ese momento, reciben una llamada para que acudan a una gasolinera cercana. Allí la disputa continúa entre unas 30 personas. A pesar de su presencia, el altercado no cesa. Llegan más refuerzos, pero tienen severas dificultades para controlarlos.

Un familiar pide una ambulancia para su hermana. Dice que ha sido herida y que se encuentra embarazada.

Algunos familiares dan testimonio de lo acontecido. Explican que la pelea se ha iniciado por una disputa entre dos primos hermanos, y que ambos han bebido.