Vuelve ‘Pesadilla en la cocina’, más Pesadilla que nunca. Las situaciones de tensión extrema y la lucha por el mando serán los mayores desafíos a los que se enfrentará Alberto Chicote en laSexta a partirdel próximo jueves 24 de noviembre, a las 22.30 horas. El formato cumple diez años de historia y éxito en laSexta y estrena esta nueva entrega, la octava, en la cadena de Atresmedia TV.

Durante esta década de emisión, ‘Pesadilla en la cocina’ se ha convertido en uno de los grandes puntales del entretenimiento de laSexta. Fue en el año 2012 cuando Alberto Chicote se enfundaba por primera vez una de sus ya míticas chaquetillas de ‘Pesadilla en la cocina’. Desde entonces, el chef y el equipo del programa han visitado casi un centenar de restaurantes, a los que han ayudado e intentado salvar de las situaciones más extremas con consejos gastronómicos, empresariales y personales. Durante estos años, Alberto Chicote ha tirado de perseverancia, paciencia y tenacidad para hacer frente a los desafíos y obstáculos que se le han presentado en cada uno de los restaurantes. El chef no solo ha puesto su dilatada experiencia en manos de los protagonistas, también se ha abierto en canal en las situaciones más complicadas, mostrando su cercanía e implicación con cada uno de los casos.

El formato ha contado siempre con un gran seguimiento por parte de la audiencia, acumulando más de 37,2 millones de espectadores únicos en su historia. Su debut en octubre de 2012 fue el segundo estreno histórico de entretenimiento más visto de la cadena (2.802.000 y 13,7%) tras el de ‘El jefe infiltrado’ en abril de 2014 (2.970.000 y 14,6%).

A lo largo de estos diez años, ‘Pesadilla en la cocina’ logra una media histórica del 10,9% y cerca de 2 millones de espectadores y ha sido durante todas y cada una de sus temporadas líder frente a su directo competidor.

‘Pesadilla en la cocina’ es una producción de Atresmedia TV en colaboración Warner Bros. ITVP España.

Primera parada, un italiano en Viladecans

Cualquier tiempo pasado fue mejor. Esa es la máxima de José Antonio, un cocinero que conoció el éxito y los premios con su antiguo restaurante, ‘Colosseum’, pero que acude a Alberto Chicote acuciado por los problemas de su nuevo negocio: ‘Il fogón della Toscana’. ‘Pesadilla en la cocina’ inaugura temporada viajando a la localidad de Viladecans (Barcelona), en la que se encuentra este restaurante de cocina italiana regentado por una familia gitana. Un negocio que alardea de buena comida, pero cuya mala organización y pésimo servicio han hecho que acumule una deuda que podría obligarle a cerrar definitivamente sus puertas.

Capitaneado por José Antonio, un cocinero curtido cuyas pizzas eran famosas pero que ya no consiguen el mismo efecto entre los clientes, y su mujer Remedios, en “Il fogón della Toscana” reinan los gritos, vuelan los platos y las cuentas no salen. La carta está desactualizada, los electrodomésticos estropeados y hay escasez de materia prima, a lo que se le suma que los bichos están a la orden del día y, en ocasiones, muy a la vista de los comensales. José Antonio culpa a sus empleados y los tacha de poco profesionales, pero él mismo no cumple con sus tareas como dueño. Durante los servicios los clientes devuelven la comida y los empleados abandonan el local ante la frustración de unos dueños que no logran ponerse de acuerdo. Alberto Chicote intentará poner fin a una situación insostenible que puede hacer tambalear los cimientos tanto del local como de la familia.

Los retos de la nueva temporada

En la octava temporada, los espectadores serán testigos de algunos de los escenarios más duros vividos en el programa porque, en esta nueva edición, Chicote tendrá que lidiar con la nefasta organización en muchos de los restaurantes, con el terrible carácter de algunos hosteleros y con platos de dudosa calidad y fatídica ejecución, razón por la que sacará su lado más perseverante y por la que no cejará en el empeño de hacer hasta lo imposible por salvar a los restaurantes para quienes ‘Pesadilla en la cocina’ es su última oportunidad.

Tampoco faltará la ya habitual suciedad mugrienta con capas de grasa acumuladas desde hace semanas, acompañadas por cucarachas y todo tipo de bichos que campan a sus anchas por más de un restaurante. Alberto Chicote hará acopio de buenas dosis de paciencia con dueños, camareros y cocineros hostiles, desorientados y desbordados por unas deudas que pueden llegar a hacer que sus negocios echen el cierre para siempre.

Además, en esta temporada, problemas sociales como el desempleo, la jubilación o el maltrato, entre otros, serán tan protagonistas como los propios dueños y empleados y mantendrán los sentimientos a flor de piel a lo largo de toda la edición, que se sumarán a otras situaciones límite que el propio Alberto Chicote admite no haber vivido jamás.