El equipo de Pesadilla en la cocina desembarca en El Palomo, un restaurante 'autoservicio' donde cada comensal tiene que apuntar sus propias comandas. Alberto Chicote deja clara cuál es su primera impresión del local. "Se le nota mucho el paso del tiempo", concluye.

"Las sillas son todas de publicidad, y las mesas, tres cuartas de lo mismo. Esta de aquí, por ejemplo, aparte de que tiene más mierda que el palo de un gallinero, tiene más años que el portal de Belén", comenta el chef tras su primer repaso visual al establecimiento.

Llega el momento de analizar la carta. "Un salpicón de marisco, a 5 euros el plato. Una ensaladilla, a otros 5 euros el plato. Y unas papas alioli, a 5 euros. O el marisco no es marisco o las patatas vienen de la huerta más cara de Europa", observa Alberto Chicote.

"Va a flipar cuando vea la forma de pedir que tenemos aquí", es el comentario que hacen las cocineras ante el modelo de 'autoservicio' que implementa El Palomo. "¡Alberto, a ver si entendemos la letra, mi alma!", se queja una de las trabajadoras. "Anda, se lo pongo todo en mayúsculas... Teniendo en cuenta que la gente se tiene que apuntar las comandas de su puño y letra, vamos, tienen que llegar muchas comandas ahí que sean como las recetas del médico", comenta el chef ante las cámaras.