Sonia e Ylenia, fueron las más lentas en la etapa anterior, pero se libraron de la eliminación gracias a la tarjeta verde que encerraba el sobre negro. Aunque tuvieron la suerte de no ser eliminadas en la etapa anterior, en esta tercera, como castigo, retomarán la carrera con un hándicap muy oloroso. Un lastre que les impedirá avanzar por enfrentarse a grandes dificultades para encontrar transporte.

Las parejas deberán recorrer un total de 250 kilómetros por la costa hasta alcanzar el Mount Lavinia. A mitad de camino, las tres primeras parejas en firmar en el libro rojo, tendrán el privilegio de llegar a la inmunidad con un juego. Para ganar esa protección frente a la eliminación tendrán que aprender una tradición ancestral cingalesa trabajando como los pescadores zancudos del país. Estos pescadores se encaraman a altos postes y pasan horas capturando pescado y en esta etapa lo que nuestros aventureros deberán pescar en aguas del índico serán las codiciadas pegatinas verdes.

Tras el juego por la inmunidad, será el momento para que se reúnan y determinen qué pareja ostentará el título de "ovejas negras", hecho que marcará a los elegidos haciéndoles descender automáticamente una posición en el ranking de la etapa a su llegada a la meta.

En este último tramo visitarán la ciudad de Galle, una joya fortificada patrimonio de la Unesco donde las parejas tendrán que completar una misión que les llevará a hacer un viaje al pasado. Además, por el camino, surgirá un amor inesperado entre un aventurero y unas atractivas turistas y algunos de los aventureros disfrutarán de una noche de lujo; pero no todo será un camino de rosas porque una situación inesperada dará un vuelco radical a la carrera.

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Se encargaba de personas mayores y discapacitados

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La Policía investigó a Rogelio, subdirector del banco, por ser la última persona que vio con vida a Ana María y Antonio y descubrió que se dedicaba a estafar a personas mayores y discapacitados. Entre ellos estaba el matrimonio, a quien robó 78.000 euros.