Xavier Sardà explica en Palo y Astilla que conoció a Martí Galindo cuando era pequeño. "Venía a mi casa con Rosa María, yo recuerdo a Galindo riendo con las cosas que decía Rosa", apunta.

El periodista explicado que Galindo fue regidor, un papel en el que "mandaba mucho" y que previamente "había hecho teatro" con papeles de "niño muy joven".

"Galindo era un muñeco de ventrílocuo y de algún modo lo abrochamos en Crónicas Marcianas porque yo hice que fuese como un muñeco. Yo hacía el Casamajor muy rápido y no me seguía, se enfadaba. La risa era putearle un poco", apunta.

Sardà recuerda a Galindo como un "apasionado de la vida", algo que considera una "lección para muchos": "La inteligencia dicen que es la capacidad de aclimatación, cómo Galindo se aclimató a una característica física muy determinante".

Otro momento destacado

Xavier Sardà ha revelado en Palo y Astilla que "los tres últimos años de Crónicas Marcianas y dos después" tuvo que ir "con escolta". Lo ha hecho tras ser preguntado sobre los ataques de ciertos sectores independentistas.

"He vivido situaciones mucho más angustiosas. Tengo 61 años, los tres últimos de Crónicas Marcianas y dos después yo tuve que ir con escolta, eran temas muy serios como para que ahora me asuste que alguien pegue con celo que tres periodistas catalanes se vayan a Madrid", ha dicho.