"El Sr. Crespo, además de ser amigo personal de nuestro Director General Francisco Correa, es consejero del Presidente de la Junta de Galicia y persona muy vinculada al Partido del Gobierno", así rezaban las instrucciones para el viaje organizado para su mano derecha, que junto a su mujer y sus tres hijos volaron a Nueva York para pasar las navidades.

Para ello no dejaron nada a la imaginación. Se encargaron de buscarles un restaurante para cenar en nochebuena y hasta dos suites en el Kimberly, un gran hotel en pleno centro de Nueva York.

También se encargan de que la familia Crespo viajase cómoda las seis horas de trayecto en avión:"Se reservarán buenos asientos, los cinco juntos o al lado de la salida de emergencia para que tuvieran más espacio y desde luego si ese día el avión fuera al 50% de ocupación sería fantástico que les dieran un up-grade a una clase superior".

E incluso se preocuparon de organizar hasta el más mínimo detalle. Viajes Pasadena da orden expresa de cómo había que recoger a la familia Crespo en el aeropuerto con "una persona con un Cartel que ponga Sr. Crespo", y por supuesto desde dónde sería su primera impresión de la gran ciudad con "traslado en limusina al Hotel Kimberly".

Para su segundo día, un regalito, disfrutar de manera especial del West Side o Times Square y una visita privada del Alto y Bajo Manhattan. Y cómo no, las mejores vistas desde el cielo con una excursión en helicóptero. En total, 11.000 euros del año 1999 por los siete días  y las cinco personas.

Pero Crespo no fue el único que confió sus vacaciones a la agencia de Correa. También lo hizo Ana Mato. Fueron ellos los que organizaron un viaje con sus hijas a Disneyland París o una escapada a Dublín por valor de 216.837 pesetas o en euros, algo más de 1.300.

Ese viaje que hubo que consultar al Sr. Correa, acabó siendo un pago ficticio.  Otro que confió más de un viaje fue Alejandro Agag, amigo personal de Correa. Por eso, cuando en 1999 era asistente personal de su suegro, José María Aznar, encargó a una filial de Viajes Pasadena,  los billetes de avión a Bruselas de la mismísima Eva Longoria.