Doce metros que simbolizan enfrentamiento y ofensa. Un juez de Vigo ha ordenado derribarla ya, pero es una cruz. La Falange ordenó construirla en los años 60 para homenajear el Franquismo. También en recuerdo de los caídos por la Guerra Civil, inaugurada por el propio Franco en el 61.

Según el auto, es un símbolo político de agravio que humilla a las víctimas de la Guerra Civil y que promueve valores antidemocráticos. La Asociación de la Memoria Histórica de Vigo lleva 36 años intentando eliminarla.

"Esa cruz es como una espada clavada en el corazón de Vigo. Una espada llena de odio fascista que sigue ahí", considera Telmo Comesaña, miembro de la Asociación Viguesa de Memoria Histórica. Ahora el juez les acompaña con su decisión.

Según el Ayuntamiento socialista de Vigo, hace años que se eliminó el matiz franquista para pasar a ser sólo una cruz con un símbolo cristiano. Sin embargo, para el juez es pura y exclusivamente política.

Desde el Ayuntamiento van a recurrir esta sentencia, pues consideran que la cruz ocupa un lugar de privilegio en Vigo como símbolo de la ciudad. Por ello, hay partidarios de que la estructura no desaparezca.