Todos recordarán al capitán Pescanova y a Rodolfo Langostino. Pescanova es una de las empresas más reconocidas de España, aunque está sumida en un naufragio que amenaza con llevarse por delante a su dirección y a sus accionistas. Los investiga el juez Pablo Ruz.
Por fuera parece que Pescanova sigue a flote, "trabajo y vamos tirando", declaran los empleados.. Ellos cobran sus nóminas y no falta, de momento, la materia prima.
De Sousa argumenta que no utilizó información privilegiada
Estela Gómez, una de las trabajadoras de la compañía, afirma que no tienen "ninguna situación extraña". Sin embargo, en la empresa las aguas anda n más que revueltas.
Manuel Fernández de Sousa, su presidente, ya no es el valiente capitán de la compañía. El hombre que había conquistado los siete mares y convertido en bandera de la industria el imperio heredado de su padre, ahora es, más bien, un pirata. Está imputado por falseamiento de las cuentas y utilización de información privilegiada, para vender dos millones de acciones antes, justo antes, de la debacle de la compañía. En solo 12 días, a principios de marzo, las acciones de Pescanova cayeron en picado. grafico acciones bolsa
No obstante, Fernández de Sousa se defiende, "si yo hubiese querido hacer uso de alguna información privilegiada, no hubiera vendido lo que vendí, lo hubiera vendido todo. No seguiría siendo el mayor accionista de la empresa", justifica.
Dice que no se aprovechó. Pero, la realidad es que tanto él, como otro consejero, Alfonso Paz Andrade y dos accionistas vendieron justo antes de que la empresa anunciara el pre-concurso de acreedores y la Comisión Nacional del Mercado de Valores se abalanzara sobre Pescanova.
Según el auto del juez Ruz, al menos cuatro accionistas de la compañía procedieron a vender sus acciones hasta el mismo día o pocos días antes de la comunicación de la CNMV.
El texto especifica que la información reflejada en las cuentas anuales no se ajusta a la realidad, se habría proporcionado públicamente una imagen irreal de su situación económica y patrimonial".
Según la justicia, maquillaban los resultados para esconder pérdidas millonarias.
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