Marcos es sordo desde los 5 años, y es una de las 13.500 personas que usan implantes cocleares, que permiten oír a las personas sordas. El 15 de marzo de 2013 empezó su lucha, reclamando su derecho a conseguir que las renovaciones de los procesadores y accesorios sean asequibles a todos.

Lo hizo a través de change.org. Dos años y cuatro meses después de esta petición y tras conseguir más de 177.000 firmas le han citado en la Cámara para contarlo. Exige una regulación para el mantenimiento de los implantes, que evite precios abusivos.

Marcos ha comparecido a petición de Izquierda Plural para dar voz a a todos aquellos sordos que no pueden pagar los accesorios, que se ven sometidos a los tiempos y reglas de las empresas fabricantes de quiénes dependen.