Los recortes en el servicio de limpieza de Madrid están dejando a la capital con su peor imagen. Se están negociando las nuevas contratas de recogidas de basura y, según los sindicatos, lo están haciendo a la baja. De momento, quien lo sufre son los vecinos.

De norte a sur y de Este a Oeste. Basura sin recoger en todos los barrios de Madrid. El ejemplo del estado de algunas calles de la capital lo ponen distritos como el de Hortaleza, localizado en la periferia de Madrid. Según la Federación de Asociaciones de Vecinos, es uno de los más sucios.

“Hay plásticos, hay latas. Hay todo tipo de basura tirada por todas partes”, señala Raquel Collado, miembro de la Federación AA.VV Hortaleza.

Los vecinos no lo dudan: Madrid está sucia o, por lo menos, más sucia que nunca. Sus quejas divergen en la falta de cuidado del mobiliario y las instalaciones públicas de la ciudad, la “ausencia” de los trabajadores y las “indecentes condiciones” que muestran algunas de sus calles.

Tan indecentes que ya son casi 2200 los seguidores de la cuenta de Twitter ‘Madriddaasco’, un portal en el que se cuelgan las vergüenzas de la ciudad. En este espacio virtual se publican algunas fotos sorprendentes. Entre ellas, la de una rata que, todavía este miércoles, seguía sin retirarse de una calle cercana al Palacio Real. También señalan la rebosante cantidad de basura que rodea la papelera del metro en Puerta del Sol.

Tras la huelga de 13 días que inundó la capital con toneladas de basura a finales del año pasado, los sindicatos denuncian que, actualmente, las empresas adjudicatarias están pagando el precio de una subasta que se hizo a la baja, aunque al final no hubiera despidos

“Se recortó un 40%, y la única pretensión del concurso era un tema economicista donde se escatimaban medios humanos y materiales”, indica Juan Carlos del Río, responsable de la limpieza viaria de UGT.

Ahora, hay unos objetivos a cumplir a un precio muy ajustado. Esto es, que cada empresa se las arregle como pueda. Eso sí, con  300 inspectores municipales vigilando que se cumplan esos “indicadores”. De lo contrario, multa: un 20 % menos del pago mensual del servicio.

Si la limpieza hizo temblar hace unos meses al consistorio, otro terremoto se avecina con la negociación de la recogida de basura. Este año finaliza el convenio colectivo de aplicación y, en el nuevo concurso, el 65% de la puntuación se lo llevará la empresa que más rebaje el precio unitario de licitación. Dicho de otra manera: quien haga más por menos.

La limpieza de Madrid ha sido una de las principales cruces para Ana Botella. “Nos hemos acostumbrado a un nivel muy alto de limpieza en Madrid”, declaró la exalcaldesa de la capital.

Primero la huelga de quienes limpian la basura, y ahora, la sombra de otra huelga: la de los que la recogen.