Al extesorero y exsenador del PP le gustan las cartas, las de jugar y también las de leer. Le hemos visto hacer las dos cosas en prisión y, sobre todo, escribir al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, el destinatario de dos de las tres cartas a las que 'Más Vale Tarde' ha tenido acceso.

Un equipo del programa ha enseñado los textos a una grafóloga, hay un rasgo que define la estancia de Luis Bárcenas en prisión: la angustia.

Según señala Almudena Genovés, grafóloga y perito calígrafo, la ansiedad de Bárcenas ha experimentado un incremento durante todo este tiempo.

La angustia queda de manifiesto con los espacios en blanco y también al recordar hasta en tres ocasiones que lleva ocho meses en prisión. Las tres lo hace entre exclamaciones, algo que significa auxilio.

En palabras de Genovés, "las exclamaciones y los subrayados son un grito, una llamada de atención para que el lector se fije en lo que está diciendo".

Además, Genovés añade que los márgenes de la carta denotan una impaciencia que va en aumento, "habla de impulsividad, de falta de control que se observa".

En esta ocasión, Luis Bárcenas argumenta todo y se muestra más colaborador. Así lo expresa: "Indíqueme su señoría qué documentos quiere que se le proporcionen para que, si existen, se incorporen a la causa.

Su abogado expresó en 'Más Vale Tarde' que el propósito de su cliente no es chantajear al juez con la posibilidad de aportar documentos y aseguró que fue él quien quien tachó algunos párrafos.

En la primera carta Bárcenas habla de sentimientos y de su vida en prisión, en la segunda hace partícipe de los pagos en B a su predecesor, Álvaro Lapuerta y en la tercera pide, a la desesperada, su libertad al juez.