La crisis ha dejado en España verdaderas gangas para los inversores extranjeros. Centros comerciales, edificios oficiales y viviendas, millones de viviendas que encuentran dueño más allá de nuestras fronteras. Estos inversores tienen su modus operandi.

Normalmente, un grupo de personas junta dinero en un fondo común mientras un experto rastrea el mercado en busca de oportunidades, que ahora se encuentran en España.

Lo que más se compra son edificios oficiales en Madrid y Cataluña, centros comerciales en Cuenca, Sevilla, Alicante etc. Pero  sobre todo, las garras de los inversores están sobre las millones de viviendas sin vender que tenemos en todo el territorio español.

En agosto, el Banco Malo hizo una venta masiva de viviendas a un fondo de inversión. Eran pisos baratos a las afueras de Madrid, Valencia, Murcia, Andalucía y Canarias. Restos de la burbuja, lo que ninguna inmobiliaria consigue vender. Sin embargo, los inversores han pagado 50 millones de euros por ellos.

Soledad Pellón, estratega de mercado de IG asegura que "han encontrado en España una ganga, un mercado inmobiliario que ha bajado mucho y que creen que lo podrán vender más caro en el futuro". "Esto es interesante porque da a entender que prevén que el precio no va a seguir cayendo"

Por vender, se están vendiendo hasta pisos de protección oficial. El Gobierno madrileño ha vendido 1.860 pisos en alquiler social y 2.935 viviendas de protección oficial a fondos de inversión extranjeros. A cambio, se ha embolsado 330 millones de euros.

El Sareb se ha quedado con los activos inmobiliarios de la banca que se consideraban díficiles de vender y han sido los fondos los que han ido directamente a comprar al Sareb.

Queda por ver si este repentino interés por nuestro país es una señal de recuperación económica o si la sombra de la especulación vuelve a planear sobre nosotros.