Enrique Ortiz iba un paso por delante. El empresario presuntamente tenía los planos de urbanismo cuando todavía no tenía que tenerlos. Así lo revelan nuevas conversaciones publicadas por el diario 'El Mundo'.

Es la propia Sonia Castedo quien más tarde reconoce que "el tebeo del coyote" es el "plan logístico de infraestructuras de la Generalitat. Planos en mano, Ortiz, presuntamente, dibujaba y desdibujaba a su antojo. Porque los terrenos de los que hablan estaban pendientes de recalificación, una puesta en punto para la llegada de Ikea a suelo de Ortiz.

El amigo de Castedo no era el único que tenía los planos, también su hombre de confianza, Javier Llorens. “Si te preguntan di que no los tienes”, la orden es clara. Y es que esos papeles deberían, entonces, año 2008, ser secretos.

Pero para Ortiz, a la vista de las conversaciones, no hay secretos. Quizás porque es alguien de confianza, al menos eso revela esta otra conversación entre Castedo y el empresario. La alcaldesa de Alicante necesita un contacto de Bancaja.

Castedo se autodenomina “recaudadora”. Una relación, la de Ortiz y Castedo, totalmente simbiótica, que ha terminado cinco años después de estas conversaciones, con ambos imputados en el caso Brugal, pero también con ambos manteniendo, de momento, su estatus en Alicante.