La reina Letizia ha hecho algo que ha levantado cierta polémica. El momento incómodo se ha dado antes de la cena de gala en honor al presidente de la República de Italia en el Palacio Real, cuando se produjo un brindis. Todos los asistentes llevaban puesta la mascarilla y, colocados frente a sus asientos, debían brindar con las copas. Para ello, como es obvio, tenían que quitarse la mascarilla y la reina Letizia no supo dónde guardar la suya.
El momento, ya de por sí generó cierto desconcierto en la reina. Como indica el protocolo, las mascarillas se retiran en el momento en que los comensales se sientan a la mesa, pero como el brindis protocolario se realiza antes de empezar a servir los platos, en esta ocasión los participantes decidieron quitársela antes de tomar asiento.
La reina hizo un gesto con los ojos a Felipe VI, se quitó la mascarilla y al no saber dónde dejarla decidió colocarla debajo de su plato. Lo mejor hubiese sido lo que recomiendan los expertos: guardarla o bien en un sobre o bien en una caja para evitar que tocas el plato donde después iba a comer o el mantel que otras personas van a tocar.
Pero esta no ha sido la única "polémica". Las fotografías de la reina de esa jornada también han sido comentadas porque llevaba una mascarilla mucho más grande de la talla que le corresponde. Es por eso que muchos sanitarios han comentado en las redes sociales que debía ajustársela, porque por el hueco podría contagiarse y no estaría del todo protegida.