Pese a ser el partido más votado en las elecciones generales, el PP no ha cumplido sus expectativas ni suma una mayoría suficiente para gobernar. Un resultado electoral que dejaba un fin de fiesta muy diferente al esperado en el balcón de Génova 13, donde se vivió un momento especialmente incómodo cuando los simpatizantes del partido comenzaron a corear el nombre de Isabel Díaz Ayuso en pleno discurso de Alberto Núñez Feijóo.

Una escena que José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, analiza en Más Vale Tarde, donde señala que Feijóo "en un primer momento no reacciona, se queda impasible" y posteriormente mira a Ayuso, aunque el líder del PP "no se enfada, tampoco le molesta". Por su parte, la presidenta madrileña "lo que hace es encogerse un poco de hombros, como diciendo: 'Bueno, yo qué quieres que le haga, si se han puesto a cantar mi nombre, pues por algo será".

Sin embargo, para el experto el papel "más interesante" es el de Cuca Gamarra, que estaba "en medio": "Tiene una mirada descendente en un momento concreto del acto, empieza a mirar hacia abajo, empieza a cogerse de la chaqueta, de una manera nerviosa... Son gestos que se llama apaciguadores y que se refieren a que el cerebro está pasando por un cierto estrés en ese momento. Está un poco incómoda", explica Martín Ovejero.

Otro detalle que no ha pasado inadvertido tiene que ver con la indumentaria de los dirigentes 'populares', todos de blanco o colores claros... menos Ayuso, a quien el experto define como "una mujer de rompe y destaca". "No es una coincidencia que todo el núcleo duro de Feijóo vayan todos de blanco y el resto con colores incluso claros también y de pronto ella aparezca de rojo, de un rojo bastante llamativo", señala.

"El color rojo es el que más llama la atención del ser humano", incide el especialista, que detalla que "cuando vemos una imagen grupal, nuestros ojos se dirigen al rojo" y que esta "es un color también de liderazgo" y, además de ser el corporativo de la Comunidad de Madrid, es el que Ayuso suele lucir "cuando sale al balcón de Génova en los triunfos electorales".