Ruben Sánchez afirma que es "muy fácil montar un chiringuito para ganar miles de euros enviando SMS de forma masiva e indiscriminada porque siempre hay un porcentaje de consumidores que no van a caer en que se trata de un intento de timarles y sacarles mucho dinero".

El portavoz de Facua asegura que el problema más importante es que las compañías de telecomunicaciones cuando les reclamamos que nos nos cobren por esos SMS fraudulentos suelen poner trabas y las administraciones competentes en materia de telecomunicaciones y protección al consumidor "parece que con ellas no va la cosa". "Cuando les trasladamos las denuncias tardan mucho en contestar e incluso no imponen sanciones o, al menos, sanciones que sean realmente contundentes".

Facua recomienda a los usuarios que hayan contestado al mensaje que exijan a su compañía de telefonía móvil que no les cargue su coste y presenten sendas denuncias ante la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria y la autoridad de consumo de su comunidad autónoma.