Que se nos vaya la mano con la sal es, en algunas ocasiones, un 'drama' culinario que puede provocarnos un pequeño disgusto tras horas de empeño en hacer nuestros platos. Sin embargo, en gran parte de las ocasiones tiene solución, y así lo ha indicado el nutricionista Pablo Ojeda en Más Vale Tarde, donde ha desvelado algunos de sus trucos.

Por ejemplo, explica, a las sopas saladas se les puede echar agua. En caso de que se trata de una salsa o una crema, la leche puede ser nuestra mejor amiga. "Podemos usar un poco de vinagre o, si estamos haciendo una salsita casera, un poco de azúcar", ha aseverado. Asimismo, ha indicado que la patata, gracias a su almidón, absorbe muy bien la sal y puede ser la solución ponerla en nuestros platos y posteriormente quitársela.