La reina Letizia ha acudido junto al rey Felipe VI y sus hijas a la misa de ofrenda al apóstol Santiago en la capital gallega y allí ha protagonizado un gesto que ha llamado la atención al no persignarse. Los demás miembros de su familia sí han hecho la señal de la cruz en un momento de la liturgia.

Pero esta no es la primera vez que Letizia decide no santiguarse. Ocurrió en 2018, en el primer acto en Asturias de la princesa Leonor, cuando ante la santina de Covadonga no hace la señal de la cruz y en cambio sí agacha la cabeza en señal de respeto. Tampoco lo hizo en 2020, durante el acto en homenaje a los fallecidos por la pandemia de coronavirus celebrado en la Catedral de la Almudena.

Esta actitud supone un notable cambio desde sus inicios como reina. Y es que antes, mientras era princesa, sí la llegamos a ver santiguarse en ocasiones como su boda, también celebrada en la Almudena en 2004, o en 2010, en una misa con el papa en la que sí se santiguó.