Este viernes ha tenido lugar el primer encuentro entre Rosalía y su marido desde que un hombre, Enrique Olivares, asaltara su casa. Han pasado 48 horas y la policia sigue vigilando el portal sin descanso. Porque un desconocido maniató y amenazó a la mujer y al hijo de Bárcnes que ya no pueden estar tranquilos ni siquiera en su propia casa.

Rosalía Iglesias llegaba de comisaria cabizbaja y todavía asustada. Solo habían pasado unas horas desde el incidente. El miércoles, sobre las cuatro de la tarde, un hombre vestido de cura llamó al timbre de la casa. Dijo que venía de instituciones penitenciarias para hablar de la situación de Bárcenas y la asistenta le abrió. Una vez dentro, en la salita, saca este revolver y ata con bridas a Rosalía, su hijo Guillermo, la asistenta y un hombre de seguridad.

Pero los vecinos escuchan los gritos y avisan a emergencias. Antes de la llegada de la policia, el hijo, Guillermo logra liberarse y reducir al agresor. Mientras tanto la asistenta escapa y corre, pistola en mano, hasta un bar cercano.

Finalmente, la policia llega y detiene al asaltante, Enrique Olivares. La situación se tranquiliza aunque a Rosalía le preocupa, además de su seguridad y la de su familia, que Bárcenas, desde la cárcel, esté angustiado. Puede que la visita de este vienesa Soto del Real, la primera tras el asalto, tranquilice un poco al matrimonio.